El albo arrancó tarde, pero fue un relojito
Recién pasadas las 21.20 de anoche comenzó la serie entre Estudiantes y San Lorenzo, ya que la consola que maneja el reloj de 24 segundos se "desconfiguró" –según explicaron-y no funcionó correctamente. El salto inicial se produjo, pero el reloj de posesión se tildó y de ahí, la demora de más de 35m.
Una vez solucionado, se vio un juego friccionado, en el que la visita apostó a doblar a José Gutiérrez y en darle protagonismo a Ríos Lodoli en ofensiva. Así, se mantuvo en partido y alcanzó tres puntos de ventaja en el inicio del 2ºC (18-21).
Hasta que el base escapó a la marca y con Scarpaci, marcaron un quiebre. Entre ambos, sostenidos por una presión que complicó el traslado de San Lorenzo, sellaron un parcial de 20-4 que le dio al local una luz de 13 (38-25) a 1m59 del descanso largo.
La tendencia se acentuó en el ST, porque pese al empuje de Rizzo el naranja careció de profundidad y su porcentaje de tres no fue bueno (terminó con 2-16).
Además, calibró la mira Joaquín Sánchez (15 tantos en el 2T), al tiempo que Cleppe y Marcos Fernández cerraron la pintura.
La diferencia se mantuvo en el 3ºC (máxima de 5439) y se amplió en el último, cuando San Lorenzo puso la cabeza en la revancha.