El Normal, a la UNS
Hace 60 años, en julio de 1956, el profesor Julio César Levene leyó, ante las autoridades de la Escuela Normal Mixta local, el decreto mediante el cual ese establecimiento pasaba a depender de la recién creada Universidad Nacional del Sur.
De esta manera quedaban unidas dos trayectorias disímiles en su existencia, pero con objetivos íntimamente relacionados.
La Escuela Normal cumplía 50 años de su fundación (fue creada en 1906), mientras que la UNS llevaba seis meses de existencia.
La disposición esgrimía como el principal argumento de esa incorporación la necesidad de la UNS de disponer de “un establecimiento de enseñanza media en el cual realizar sus prácticas de la ense- ñanza los profesores egresados las distintas facultades de la Universidad”.
La alternativa de crear un nuevo colegio para cumplir esa misión implicaría una erogación “que es conveniente obviar”, al tiempo que una nueva institución “vendría a superponer funciones con otras escuelas dependientes del mi- nisterio de Educación”.
Estos inconvenientes, al decir de la resolución ministerial, “se superan mediante la transferencia a la UNS de la Escuela Normal”.
El decreto fue firmado por el presidente provisional, Pedro Eugenio Aramburu, y estableció además que el personal docente y administrativo de la escuela dependieran de la UNS, manteniéndose los planes de estudios vigentes.
La resolución formó parte de los festejos de los 50 años de la Escuela Normal, institución que funcionaba entonces en la señorial casona de la esquina de Brown y Villarino.
Quince años después, la escuela se mudó a las nuevas instalaciones de 11 de Abril al 400, compartiendo el edificio de la Escuela de Comercio construido en la década del 40.