El papel que juega Bahía
Me fui a dormir el sábado con la noticia del título Sudamericano de Venezuela, que dirigió nuevamente Néstor García.
Y amanecí ayer con la grata decisión de Manu de seguir jugando en la NBA.
Domingo por la mañana. Lloviznaba. Salí y no había vida en las calles bahienses. Parecía una ciudad dormida, como a veces los ojos ajenos dicen ver al básquetbol de Bahía. Error.
Este deporte siempre despertó interés. Los hechos lo demuestran a diario. Hubo algunos inolvidables. Como aquél 3 de julio de 1971, cuando Bahía le ganó al Yugoslavia campeón del Mundo, en la inauguración del Tomás, por 78 a 75. Ayer se cumplieron 45 años.
Mucho transcurrió desde entonces hasta hoy, aunque hay cosas que no cambiaron.
El propio Ginóbili y el DT Sergio Hernández, otro con raíces bahienses, hoy comienzan con el equipo olímpico la preparación para los Juegos Olímpicos. También, Lucio Redivo y Máximo Fjellerup, de Bahía Basket, cumplen otro día de preparación con la celeste y blanca para la Copa Stankovic, que se disputará en China.
¡Ah! En medio, hubo 110 partidos programados durante el fin de semana por la Asociación Bahiense.
Y esto, lógicamente, no se detiene. De todos modos, en medio de la vorágine, es momento de parar un momento la pelota.
Se asume que es un día distinto. Al menos para los más nostálgicos y ya casi sin pelos por peinar. Es el último día que circula “La
Nueva” como diario en papel, después de 118 años y 40.931 ediciones, volcándose al diario digital y periódico en papel los sábados, domingos y lunes.
Miles de páginas cargadas con el deporte que identifica a la ciudad quedarán grabadas para siempre. Eso no se borrará jamás. Es que el básquetbol bahiense siempre dio motivos para hablar y, en este caso, escribir. Sólo se trata de dar vuelta la página. Continuará...