La ilusión de los bahienses quedó sepultada bajo la tierra colorada
En Oberá, Etman se llevó puesto a Benamo en la primera vuelta de la final. Solo el de la Escudería FE reparó y llegó 18°. “Si hay alguien a quien no quiero perjudicar, es a Lucas”, dijo Bruno.
La suerte les venía siendo esquiva a Bruno Etman (Fiat) y Lucas Benamo (Peugeot), en el Súper TC 2000. Y ayer, un toque entre ambos profundizó aún más sus respectivas sequías y sepultó rápidamente bajo la tierra colorada del Autódromo Ciudad de Oberá la posibilidad de remontar en el clasificador de la final de la sexta fecha.
Los bahienses largaron desde el fondo (19° partió Benamo y 20° lo hizo Etman) y sortearon las exigencias que ofrecía la primera variante del reasfaltado trazado obereño (es más angosto que los habituales).
Sin embargo, cuando llegaron a la curva ubicada detrás del sector de boxes, una de las más lentas del circuito, el Renault Fluence de Emiliano Spataro se abrió y Bruno -que venía detrás- se topó con el auto de Lucas, el cual terminó prácticamente arriba del capot del Fiat del M&M Group.
"Justo venía atrás de un Toyota y Spataro en la trepada. Mi intención era pasarlos por adentro, pero a último momento se corrieron del radio y lo vi a Luquitas (por Benamo); venía tapadísimo. Llegué a frenar bastante, creo que le iba a pegar igual, pero me tocaron de atrás y lo ter(NdR: miné de enganchar con todo", contó Etman.
-Lucas, ¿hablaron después de la carrera?
-Por supuesto. Bruno es un amigo y considero que lo hizo sin intención. La primera vuelta siempre es complicada porque venimos todos cuidándonos de no tocarnos y se dan este tipo de situaciones. Esta vez nos pasó a nosotros dos.
"Es una lástima porque habíamos podido solucionar el problema de la clasificación se rompió el blocante y patinaba demasiado) y en la serie avanzamos unos puestos. Tenía auto para ir para adelante, pero después del toque quedó muy roto, tanto en la parte trasera como en la delantera", añadió Benamo, quien logró culminar en la 18° colocación; una vuelta por detrás del ganador Bernardo Llaver (Fiat).
"Siento una doble amargura. El auto traía buen ritmo en carrera y, además, si hay alguien con quien no quiero tener nunca un roce es con un amigo como Luquitas", manifestó el de Fiat.
El próximo 31 de julio tendrán revancha en los 200 kilómetros de Buenos Aires. Allí, con los nuevos motores V8 (se sortearán antes del evento), Lucas Benamo competirá junto a Esteban Tuero, mientras que Etman lo definirá en los próximos días.