Casi no hay médicos que estén interesados en cumplir con las guardias
Se trata de una tarea de alta exposición y sobrecarga. A la vez, es un servicio extremadamente necesario.
La guardia del Hospital Penna, principal centro de atención de una vasta región, sufre serios problemas para conseguir médicos interesados en cumplir guardias de 24 horas. Este déficit se da pese a los recientes nombramientos de especialistas y residentes.
La doctora Graciela Rodríguez, jefa del servicio de emergencias, dijo que en ese área solo se desempeñan dos clínicos y dos pediatras, una cifra insuficiente tratándose de un sector tan sensible y con una demanda creciente.
“El problema del recurso humano no se soluciona. Esto no es un problema que nos afecta únicamente a nosotros sino que sucede en toda la Provincia y el país”, remarcó.
“Los residentes no están dispuestos a realizar guardias y esto genera que los profesionales con los que contamos sufran una sobrecarga lógica y, además, indirectamente el sistema sufre porque no hay reemplazos en época de vacaciones”, sostuvo.
En este contexto, dijo Rodríguez que durante el fin de semana apenas se cuenta con un pediatra y que no alcanza para cubrir las necesidades.
“Durante mucho tiempo no se pagaban, ahora sí se pagan pero no hay interesados. Los jóvenes no están dispuestos a padecer lo que una guardia requiere”, expresó.
El 1 de junio, después de tres meses de haber asumido en un momento muy crítico para el hospital provincial más importante y con más derivaciones de la región, el equipo directivo del Penna anunció la incorporación de 52 nuevos profesionales para integrar el plantel.
De esa cifra, 17 son residentes y 35 pertenecen a áreas críticas, como ginecología y obstetricia, pediatría, clínica médica y quirúrgica, terapia intensiva, terapia intensiva infantil y adultos, neonatología y equipos de traslados, entre ellos enfermeros, choferes y médicos.
Pero lo cierto es que, de esta cifra, nadie quiere cumplir guardias y exponerse a una tarea de mucha sobrecarga, poco descanso, escasa remuneración y juicios por mala praxis.
Además, el Penna cuenta con otro ingrediente nada agradable, relacionado con las permanentes amenazas y agresiones que viven los médicos frente a familiares de pacientes.
Para los próximos meses está prevista una serie de inversiones en materia de infraestructura, otro de los históricos reclamos del personal del Penna. Por ejemplo, en verano no hay aire acondicionado.
Además de poco descanso, otro problema son las amenazas que deben sufrir muchas veces los profesionales por parte de los familiares de pacientes.