El girasol no quiere dejar pasar, esta vez, el tren de las oportunidades
En el país se prevé un incremento de área de hasta el 31% (16 M/H) respecto de la campaña 2015/2016. El mayor impacto sería en el NEA y en Santa Fe. Malo: el sur bonaerense está condicionado por anegamientos.
“Sin retenciones y con la corrección que se debe hacer respecto del tipo de cambio, no tengo dudas de que el girasol podría incrementar la superficie de siembra en alrededor del 30%”.
La frase, expresada hace dos años en una reunión de productores girasoleros, viene a cuento con lo que se prevé para la campaña 2016/2017, de acuerdo con un informe elaborado desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Es decir, tras las eliminaciones de las retenciones, que eran del 32% para el aceite y del 30% para la semilla, y del cepo al dólar, el mercado se normalizó y aquellos productores, al parecer, cumplirán la promesa de una siembra varias veces superior en promedio.
Así entonces, restando pocas semanas para que comiencen las primeras labores para la implantación en los núcleos productivos del norte del país, la Bolsa porteña ha calculado un incremento tentativo de superfi- cie a ocupar para la campaña 2016/17 del 31%.
Así entonces, la primera proyección de siembra es de 1,6 millones de hectáreas que, de concretarse, se ubicaría un 6% por encima del promedio del área implantada durante las últimas cinco campañas que, desde 2011/12 a 2015/16, fue de 1.508.000 hectáreas.
En la campaña 2015/16 se sembraron 1,22 millones de hectáreas.
Casi 380.000 hectáreas
El análisis realizado durante las últimas semanas indicó que el incremento esperado de 380.000 hectáreas para la campaña en curso se concentraría, en mayor proporción, sobre las regiones del NEA y centro-norte de la provincia de Santa Fe.
A su vez, sobre las regiones norte de la provincia de La Pampa-oeste de Buenos Aires, sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa, sudeste de Buenos Aires y la Cuenca del Salado se registraría, en menor proporción, un incremento en la intención de siembra con girasol.
En paralelo, en la franja norte de la región agrícola de la Argentina, durante las últimas campañas la participación del cultivo osciló entre un 24 y 32 por ciento, relevándose principalmente para el presente ciclo una tendencia de expansión en el principal núcleo productivo del centro de la provincia del Chaco y noreste de Santa Fe, que elevarían los valores de participación de la región a nivel nacional.
Condicionantes
La condición de humedad, la demora en la siembra de trigo, la presencia de anegamiento en el sur bonaerense y el esquema comercial son algunos de los factores que impactan sobre las expectativas iniciales de siembra de la oleaginosa.
Entre los factores positivos se puede citar la modificación del esquema comercial.
La mejora en la relación entre precios y costos impactó sobre el rinde de indiferencia del girasol, incentivando la siembra en regiones que, históricamente, aportaban gran cantidad de hectáreas al área nacional.
La superficie de trigo sin sembrar en diferentes regiones también es relevante.
En la provincia del Chaco, el clima adverso impidió concretar la intención de siembra de trigo en el mes de mayo. En consecuencia, gran parte de esta superficie podría ser ocupada por el girasol entre fines del corriente mes y principios de septiembre.
La condición de humedad sobre las regiones del NEA y centro-norte de Santa Fe también es fundamental.
La condición climática de sequía se revirtió a partir del mes de junio, registrándose precipitaciones que permitieron recomponer humedad en el perfil y lograr condiciones óptimas para la implantación de la oleaginosa.
Asimismo, el objetivo de recuperar lotes con menor aptitud agrícola que quedaron fuera del plan de siembra podría permitir al girasol expandirse sobre el norte y centro del país, donde se concentran esos ambientes.
También, la mayor diversificación de cultivos de gruesa en la rotación brindará las condiciones para que el girasol ocupe parte de la superficie destinada a soja.
Ventana húmeda
Si bien la ventana óptima
para la implantación del girasol en las regiones del sur bonaerense y de la Cuenca del Salado comenzaría a fines del mes de septiembre, de persistir los excesos de humedad se pondría en riesgo el inicio de las labores de siembra, en caso de que el temporal se extienda durante las próximas semanas.
Un hecho negativo sería el material de siembra existente.
La disponibilidad de semilla de girasol para el presente ciclo podría limitar los incrementos en la intención de siembra, principalmente relevados en la región NEA.
En relación a la competencia con el maíz, la modificación en el escenario económico-comercial incentivaría a varios productores a incrementar el área destinada al cultivo de maíz durante la campaña 2016/17, compitiendo con el girasol en el sector norte del país.
Sobre el clima
Respecto de la temperatura en superficie, en los últimos días se registraron bajas temperaturas sobre la cama de siembra en el norte del área agrícola, que podrían demorar el inicio de las primeras implantaciones.
A su vez, en caso de que este factor se prolongue en el tiempo se registraría una mayor duración en la etapa siembra-emergencia, logrando lotes con mayor heterogeneidad en su crecimiento y desarrollo. En consecuencia, siembras tardías provocarían un atraso en la liberación del lote para implantar maíz de segunda ocupación y permitir el doble cultivo.