Decae la superficie destinada al cultivo
Las lluvias del último mes, que causaron un incremento de la humedad en los suelos, afectando principalmente el sur de las provincias de Córdoba y de Santa Fe, así como el norte y el sudeste bonaerense, provocaron una pérdida de alrededor de 100.000 hectáreas destinadas a la siembra de trigo.
Además del excedente de agua en la superficie, las precipitaciones también impactaron en el estado de los accesos a los lotes, impidiendo el avance de las sembradoras.
De este modo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó una nueva proyección de superficie para la campaña triguera 2016/17, ahora de 4,4 millones de hectáreas.
Incluso, si las condiciones climáticas no mejoran sobre el sur bonaerense en las próximas semanas, tendría lugar otro ajuste sobre el área de siembra de la región.