Siempre hay tiempo para una buena siesta
Plaza Rivadavia. Qué mejor que el sol aportando su calor en una tarde de invierno para disfrutar de un buen momento de descanso y distensión. Ni la tarea que cumplen los podadores de los árboles en el tradicional paseo céntrico parece afectar el sueño de este hombre, que duerme con tranquilidad sentando en el banco.