Sobre el Bicentenario
LEGADO. En 1816, el gobierno de las Provincias Unidas estaba rodeado de peligros. Los hombres del Congreso comprendieron que para salvar la causa revolucionaria de los peligros internos y externos que parecían ahogarla, era necesario hacer una explícita y solemne declaración de la independencia y así templar el espíritu público. Y el 9 de Julio de 1816 el Congreso, reunido en la casa alquilada a Dona Francisca Bazán de Laguna en Tucumán y ante una gran presencia de público, declara la independencia del rey de España, sus sucesores y metrópoli. Pero doce días después, en la sesión del 21 de julio, se modifica el acta. Dicha modificación introdujo la frase “y de toda dominación extranjera, hasta con la vida, haberes y fortuna”. ¿Podemos permanecer “light” ante un legado como éste? No, demos gracias a ellos y a todos los grandes de nuestra historia, que tuvieron un sueño en común y cuya concreción es nuestra: una Patria grande, libre y soberana. ¡Viva la Patria!
Nancy Dosio, por Reafirmación Histórica