Las monjas María y Marcela sabían que José López iría aquella noche al convento
Las hermanas María y Marcela deslindaron en la madre Alba la decisión de hacer entrar al exfuncionario K al monasterio de General Rodríguez.
Las dos religiosas que estaban en el convento la noche en que detuvieron a José López deslindaron en la hermana Alba la decisión de hacer entrar al exfuncionario en el monasterio y se enfrentaron en un careo donde discutieron sobre si vieron o no a los policías con los bolsos.
Ambas aseguraron que no vieron el contenido de los bolsos ni tampoco el arma que llevaba el exsecretario de Obras Públicas kirchnerista hasta que la policía se las mostró.
Así se desprende de las declaración que dieron las hermanas María Antonia Casas y Marcela Estefanía Albin, del Monasterio Nuestra Señora de Fátima, de General Rodríguez, donde fue arrestado López con casi 9 millones de dólares.
Con el tercer piso blindado para que nadie pudiera verlas, las religiosas llegaron a los tribunales con sus hábitos y, de a una, fueron pasando al juzgado de Daniel Rafecas para prestar declaración testimonial sobre lo que ocurrió el 14 de junio.
Según contó Marcela, a las 20 del 13 de junio, la hermana Alba les comunicó que iba a pasar "el señor José", a quien había visto "dos o tres veces" junto a su esposa porque "visitaban tanto al Monseñor (Rubén Di Monte) como a la madre Alba".
"Esa noche la madre superiora sólo me dijo que 'llamó José y que iba a venir', nosotras no pedimos explicación a la madre superiora -dijo-. Se hacía tarde y después, a eso de las 23, la madre Alba nos dijo que 'no lo esperemos más a José', que nos fuésemos a descansar. A eso de la madrugada, sonó el teléfo- no (...) Eran más o menos las 4 de la mañana".
"La madre Inés me dijo que habían tocado el timbre (...) y bueno, miramos por la ventana y estaba el Sr. José, a quien reconocimos porque estaba iluminado. Abrió la puerta la madre Inés (...) y él dijo 'esto traigo para el Monasterio'".
"Como creímos que eran comestibles, Inés le pidió a José que los llevara a la cocina y después de eso, él se fue a la habitación de la madre Alba", dijo la religiosa, quien aclaró que no vio el contenido de los bolsos.
Por su parte, María afirmo que "nunca" supo "quién era o a qué se dedicaba José", que la noche previa a la detención lo estuvo esperando por orden de la superiora hasta la medianoche y que a esa hora, creyendo que ya no iba, "cerré la puerta y me fui a dormir".
"Después me llama la hermana Marcela, me golpea la puerta, y me avisa que había policía afuera del Monasterio (... ) atendí el portero eléctrico, entonces ahí el policía me explica que el vecino de enfrente había visto a un hombre que había saltado el portón con bolsos para adentro", dijo.
Añadió que entonces le avisó a la hermana Alba, quien le respondió: "Que abra el portón 'porque José se va'. Ahí me enteré yo que estaba José en el interior (...) Abrí el portón y quedó abierto. Todo lo que pasó cuando entró la policía yo no lo sé porque yo me quedé en el interior del Monasterio".
La hermana Inés -Celia Inés Aparicio-, es la tercera monja involucrada y fue llamada a indagatoria el 1 de agosto, por encubrimiento. En tanto, el Cuerpo Médico Forense hacía exámenes a la hermana Alba -Alba Día de España, de 95 años-, pero el juez ya dijo que no estaría en condiciones de declarar.
Ambas aseguraron que no vieron el contenido de los bolsos ni tampoco el arma que llevaba el exsecretario de Obras Públicas hasta que la policía se las mostró.