Lo que debió ser una fiesta terminó en sucesos violentos
Una vez más, la violencia se hizo presente ayer en la Liga del Sur. Tras el pitazo final del árbitro Gabriel Spinella, una muy buena cantidad de hinchas albiverdes, que sin medir consecuencias, empañaron la celebración de sus jugadores.
No contento con eso, algunos se fueron encima de los elementos de Tiro e intercambiaron golpes, ante la pasividad policial que miró como los futbolistas aurivioletas eran arrinconados contra la tribuna que da a la calle Haití.
Incluso, el DT de Bella Vista Carlos Mungo se interpuso en el camino para proteger a los futbolistas tirenses.
Otros jugadores, en tanto, buscaron protección con los uniformados de Infantería, quienes quedaron de espaldas a los lamentables sucesos, mirando la tribuna visitante.
Esto provocó que la mayoría de los futbolistas del aurivioleta debieran buscar refugio en la tribuna visitante, donde también se produjeron algunos disturbios entre ambas parcialidades, con intercambios de proyectiles.
Y se vio como jugadores se treparon al alambrado y otros que se fueron por huecos que abrió la parcialidad visitante.
Luego de unos 10 minutos de locura y desenfreno, todo volvió a la calma, ya con el campo de juego invadido por los locales y sin que los futbolistas pudieran disfrutar de su tarde de gloria tras una notable campaña.