El Tribunal empezó a mudarse
El intendente Héctor Gay había prometido la retirada del cuestionado edificio de Blandengues 149.
Con las faltas a otro lado. A partir del venidero miércoles funcionará en el edificio ubicado en Estoma 456.
La secretaria de Gobierno María Laura Biondini anunció ayer el inicio de la mudanza del Tribunal de Faltas que funcionaba en Blandengues 149 y que a partir del miércoles operará en Estomba 456.
Agregó que la dependencia permanecerá sin atención al público el lunes y martes y que las audiencias programadas para ese día se trasladan al miércoles.
“Se va a dar una mejor atención al vecino, con instalaciones más cómodas y acceso para personas con discapacidad, algo que en BlanDías no teníamos y era uno de los reclamos más repetidos”, comentó.
Biondini recordó que el traslado era una de las promesas del intendente Héctor Gay. “Se cumplió con lo prometido”, dijo.
En los últimos meses, el local alquilado a la Asociación de Cooperativas Argentinas y donde funcionaban fiscalías dependientes del Poder Judicial bonaerense, fue reformado por la comuna. Se arregló el techo y una membrana porque había pérdidas.
El reclamo por la mudanza de las instalaciones comenzó hace poco más de 5 años, aunque recién tras la asunción de Gay se decidió avanzar en tal sentido.
después del 10 de diciembre, Biondini, quien antes de asumir como secreta- ria de Gobierno se desempeñaba en el Tribunal, aseguró que buscaban un nuevo ludengues gar para alquilar o planeaban hacer reformas en las instalaciones utilizadas hasta ayer.
Finalmente, prevaleció la primera opción. Cuando “La .Germani,
Nueva ” consultó por el cambio, el juez de Faltas, Ricardo calificó al nuevo edificio como “un lugar superador y con mayores comodidades”.
A fines del año pasado, el abogado Leandro Aparicio pidió la clausura del Tribunal de Blandengues por un desprendimiento del cielorraso en una de las oficinas. También indicó que los pisos de madera, sumados a la cantidad de expedientes que se acumulaban y las deficiencias en las instalaciones de gas y electricidad, generaban riesgo de incendio.
Como si fuera poco, sostuvo que “hay hacinamiento, no se respeta el espacio por persona que la comuna le exige a los lugares de esparcimiento y ni siquiera hay salidas de emergencia”.
Mencionó además que el lugar solo contaba con un baño para las 500 a 1.000 personas que asistían por día y que no había rampas para discapacitados ni asientos para quienes esperaban la atención o pagar multas.
“Nos encontramos en presencia de un potencial foco de peligro para la gente que trabaja y concurre al lugar, ya que no están garantizadas las condiciones de seguridad y salubridad que se le exigen a comercios o personas particulares”, argumentó en aquella presentación.