Tan sólo un parche para una injusticia
Un año de gestión "no alcanza para cambiar lo que no funcionó durante más de 25, pero todos los días damos un paso adelante", tiró verbalmente la gobernadora María Eugenia Vidal, casi reprochando "la desastrosa Provincia que recibió del sciolismo".
Fue durante días donde los Reyes Magos cabalgaron fugazmente por un mapa bonaerense cruzado por un drama coyuntural: Productores de municipios del sudoeste atravesando incendios forestales.
Como suele ocurrir, tardíamente, algunos ministros y funcionarios viajaron a la zona afectada para analizar paliativos ante las consecuencias en miles de hectáreas quemadas.
Horas después aparecieron, como de costumbre, los anuncios mediáticos con “beneficios” para ruralistas afectados por los incendios “apocalípticos”, como profetizó el ministro nacional de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.
Mientras tanto, Vidal pescó mayor volumen político y poder territorial a partir de la “reparación” presidencial de compensar a la Provincia con 25 mil millones de pesos extras del Tesoro nacional.
Es algo lógico en año electoral. Mauricio Macri, sabe que el sostén clave de su gobernabilidad se basa en ganar las elecciones legislativas en territorio bonaerense.
El argumento del oficialismo de Cambiemos es que será una forma de “reparar” todo el dinero perdido por la Provincia desde hace décadas, producto del injusto congelamiento del Fondo del Conurbano, algo que viene reclamando Vidal desde el comienzo de su gestión y por lo que incluso inició acciones políticas tanto en el Poder Judicial y Legislativo.
Observadores locales sostienen que la decisión presidencial no resuelve, por falta de condiciones políticas (la resistencia de muchos gobernadores y legisladores de otras jurisdicciones que no piensan en ceder por nada sus privilegios) el fondo de la cuestión: el dictado de una nueva ley de coparticipación federal de impuestos.
Eso le da características de parche. Pues la cifra ($ 25 mil millones) aun siendo voluminosa solamente representa el 50 % de lo que este año recibiría la Provincia de Buenos Aires si todo funcionara como corresponde.
De hecho, en más de una oportunidad, fue la propia gobernadora la hizo notar la gran discriminación que su- fre la provincia que administra en términos de reparto de dineros públicos.
De hecho, al evaluar el desempeño en el tiempo de los fondos que recibe la PBA, la jurisdicción que hoy gobierna Vidal perdió peso dentro del total de fondos que se giran: en 1985 recibía el 26,3% del total, mientras que durante la mayor parte de la década del 90 su participación fue cercana al 24% hasta llegar a 2003, cuando la Provincia percibió el 22,4% de los recursos.
A partir del año en el que Néstor Kirchner asumió como presidente, el territorio bonaerense fue perdiendo puntos año a año en el reparto de coparticipación, hasta llegar al 18,9% de 2014.
Fortalecer Cambiemos
En términos políticos, según Vidal, no se estaría dando internamente una discusión electoral.
Sin embargo, ya arrancó el lanzamiento de las mesas seccionales con el objetivo de “fortalecer el frente Cambiemos en toda la Provincia”.
El armado territorial es clave. El ministro de Gobierno Joaquín De la Torre, se puso a disposición de los intendentes oficialistas: “para la Gobernadora es muy importante seguir priorizando la gestión porque atrás de eso viene la política”, dice.
Prematuramente, en la sede gubernamental de calle 6 tienen la convicción que las elecciones de octubre se definen por el orden, la estrategia comunicacional (marketing) pero por sobre todas las cosas, por la gestión como la herramienta central de la actividad proselitista “futura”.
Es decir, avanzar decididamente con las obras de infraestructura municipal.
El marcador de trazo fino indica que tanto la Gobernación como las gestiones municipales serán evaluadas por el electorado en las legislativas 2017.
De ahí, la necesidad de lograr un fuerte acompañamiento de la “militancia convencida” del universo amarillo del PRO a nivel nacional para poder “revalidar” la alianza Cambiemos en Provincia.
Relaciones peligrosas
Vidal empezó a los tumbos su relación “tóxica” con un sector infiel del massismo legislativo.
La ruptura del noviazgo con los aliados del Frente Renovador tiene más que ver con cuestiones electorales que por el virtual “pago de peajes”, dicen en La Plata. Ahora, el vínculo se deterioró por la decisión de la Gobernadora de negarle a la oposición la posibilidad de asesorar y dictaminar sobre obras, de ese Fondo para Infraestructura Municipal.
"La gobernadora se llena la boca hablando de institucionalidad y pide acompañamiento a todos los espacios legislativos de la oposición, pero después nos contesta vetando leyes. Cambiemos al final es Mantengamos... o Vetemos", afirman desde el ala massista.
"La obra pública sigue siendo la deuda pendiente de la Gobernadora y al igual que durante el Gobierno anterior, una caja para amigos”, y encima si Vidal sigue dividiendo aguas, “va a terminar hundiendo a los bonaerenses más de lo que nos hundió (Daniel) Scioli, que hasta ahora fue el peor gobernador de la historia. Insisto, hasta ahora”, bombardeó el senador “renovador”, Gabriel Pampin.
Vidal pescó mayor volumen político a partir de la “reparación” de compensar a la Provincia con $ 25 mil millones extras”. El argumento de Cambiemos es que será una forma de reparar el dinero perdido por desde hace décadas”.