Sabidos son todos los cambios que se presentan en una mujer en esta etapa. Uno de ellos se da a nivel hormonal. Este informe de la Mayo Clínic procura poner claridad sobre este tema.
RESULTADOS DE UN RECIENTE ESTUDIO uando una mujer se embaraza, su cuerpo experimenta muchos cambios y uno de ellos ocurre en el nivel de varias hormonas producidas por el cuerpo.
En el caso de la hormona estimulante de la tiroides (TSH), las mujeres embarazadas normalmente la producen en un nivel menor de lo normal --0,4 a 4,0 miliunidades internacionales por litro--.
Algunas pautas internacionales recomiendan que durante el embarazo los niveles nos superen de 2,5 a 3 miliunidades internacionales por litro.
Cuando los niveles de TSH superan esas cifras, las mujeres pueden experimentar un hipotiroidismo subclínico, o sea que la tiroides está ligeramente menos activa, lo que puede ocasionar varios problemas de salud si se la deja de tratar.
Ahora, los investigadores de Mayo Clinic informan que uno de esos problemas puede ser la pérdida del embara- zo y al investigar más, surgió el planteamiento de que pueden verse afectados hasta 15 de cada 100 embarazos.
Los científicos demostraron que el tratamiento del hipotiroidismo subclínico (que no es exactamente el nivel al que se trataría a una mujer no embarazada) puede disminuir las pérdidas del embarazo, especialmente en quienes los niveles de TSH se ubican en el extremo superior de la normalidad o más alto.
"Un análisis reciente de 18 estudios reveló que las mujeres embarazadas con hipotiroidismo subclínico no tratado
Ccorren más riesgo de pérdida del embarazo, desprendimiento placentario, rotura prematura de las membranas y muerte neonatal", reveló la doctora Spyridoula Maraka, endocriformación Algo más nóloga y autora principal del estudio.
Acotó que aunque parecía que tratar el hipotiroidismo subclínico reduciría la probabilidad de esos hechos mortales, como se sabía que el tratamiento conllevaba riesgos, se quiso encontrar el punto en el cual las ventajas superaban a los riesgos.
A través de los datos existentes, la doctora Maraka y su equipo examinaron la in-