¿Cómo gestionan la innovación las empresas argentinas?
Un estudio señala que los empresarios son conscientes de su importancia, pero no la tienen en sus planes.
FACTOR CLAVE PARA LA COMPETITIVIDAD
De acuerdo con un estudio entre 800 empresarios argentinos, el 75 por ciento entiende que la innovación tiene un rol muy importante para el futuro de sus negocios, aunque apenas la mitad lo considera a la hora de planificar el futuro de sus empresas.
El estudio, desarrollado por la Universidad Empresarial Siglo XXI, convocó a 800 empresarios de diferentes ciudades de nuestro país: Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán.
“La velocidad de los cambios económicos y sociales, y entre ellos, los avances tecnológicos están acelerando las decisiones de los directivos, en búsqueda de no perder competitividad en este nuevo escenario de negocios, tanto a nivel mundial, como local.
"Frente a ello, adquieren importancia las posibilidades de innovación que puedan desarrollar las empresas” expresó Carlos Spontón, uno de los investigadores de la Universidad Siglo 21 a cargo del estudio.
En la misma línea, al ser indagados sobre la capacitación a sus empleados para innovar procesos y productos, el 62% manifestó estimular la creatividad, el aporte de ideas y el espíritu emprendedor pero sólo un porcentaje menor, el 42%, estuvo de acuerdo en que utiliza las herramientas adecuadas para desarrollar estas habilidades en sus empleados.
En relación a la posibilidad de redefinir los procesos productivos teniendo en cuenta los escenarios posibles para la innovación, el 38% de los empresarios admitió estar al tanto de los nuevos desarrollos tecnológicos aplicables a los procesos de fabricación que desarrollan.
En cuanto a su implementación se observan cifras similares, un 39% planifica la asignación de recursos para desarrollar nuevos procesos de producción y un 34% utiliza las herramientas adecuadas para lograrlo.
Finalmente, en relación a los procesos de comercialización, el 56% de las empresas evalúa nuevas posibilidades de comercialización generadas por la evolución de las nuevas tecnologías.
Un porcentaje similar de los encuestados (58%) toma como referencia otras prácticas comerciales para implementar en sus propios negocios.
Otra de las dimensiones contempladas en el estudio es cómo los empresarios perciben los cambios en el entorno de su actividad, en el mercado y en los pedidos de los clientes. Estas variables resultan fundamentales a la hora de definir su nivel de dinamismo en la innovación.
Epoca de cambios
En este sentido, el 56% de los directivos consultados afirmaron que los cambios en el rubro en el cual trabajan son intensos.
Un porcentaje similar, el 55% considera que los cambios en su mercado actual son continuos.
Finalmente, un porcentaje menor, un 46% de los consultados afirma que sus clientes están solicitando nuevos productos y servicios.
En cuanto a la importancia que asignan los directivos a alcanzar un liderazgo tecnológico, es decir, a la posibilidad de desarrollarse como referentes frente a los avances tecnológicos de otras empresas, 73% de los empresarios considera de gran importancia el poder ganarse una reputación en el sector como líderes de los cambios o mejoras en los productos elaborados.
Sin embargo, una cantidad considerablemente menor de los encuestados, el 57%, le da importancia a desarrollar las habilidades tecnológicas necesarias en sus empleados para lograr introducir nuevos productos en el mercado antes que la competencia.
Respecto a la velocidad adecuada para introducir novedades tecnológicas, el 54% le da importancia a ser la primera en introducir productos nuevos o mejorados en el mercado.
En relación al desarrollo de las empresas y las áreas en las que más innovan, el estudio indica que el 59% de las empresas está desarrollando nuevas formas de organizarse.
Porcentajes similares están buscando nuevos canales de abastecimiento, desarrollando nuevos servicios, nuevos productos y abriendo nuevos mercados, siendo éstos: 46%, 45%, 42% y 41%, respectivamente. El 33% se ubican quienes desarrollan nuevas formas de producir.
El 56 por ciento de los directivos consultados afirmaron que los cambios en el rubro en el cual trabajan son intensos, y un 55% los considera continuos.