Acopiaba cocaína en su casa mientras cumplía arresto domiciliario
Federico Longiarú había recibido la morigeración de su detención por cuestiones de salud. En 2015 resultó herido tras tirotearse con la policía.
Una serie de allanamientos antidrogas, que permitieron el secuestro de más de un kilo de cocaína, dejaron al descubierto una vez más lo controvertido de algunas excarcelaciones. Es que durante los operativos fue detenido con drogas un sujeto con múltiples antecedentes y que se encontraba en ese momento cumpliendo arresto domiciliario, que le había sido otorgado luego de sufrir graves heridas al tirotearse con la policía.
El protagonista de la polémica situación es Federico Longiaru, quien ya había vulnerado una libertad condicional y ahora acopiaba drogas en el sitio donde estaba detenido.
INVESTIGA LA JUSTICIA FEDERAL
Uno de los dos detenidos durante una serie de allanamientos antidrogas en la ciudad, que permitieron el secuestro de más de un kilo de cocaína, presenta múltiples antecedentes y cumplía arresto domiciliario, que le habría sido otorgado luego de sufrir graves heridas al tirotearse con la policía.
La situación procesal de Federico Jonathan Longiaru (30) es al menos controvertida, porque al momento del enfrentamiento armado -en 2015, luego de cometido el asalto a una distribuidoravenía gozando de libertad condicional, tras purgar varios años en prisión por un robo con armas en Monte Hermoso, en el cual contó con la "protección" de algunos policías, hoy separados de la fuerza.
El caso vuelve a poner en el tapete una vez más los beneficios que la ley contempla para los detenidos y alimenta las críticas de las víctimas y diferentes organizaciones que reclaman un límite a las excarcelaciones.
Ahora Longiaru cayó junto a Carina Gómez (39), en el marco de una serie de operativos que ayer a la madrugada llevó adelante personal de la Policía Federal y durante los cuales también se secuestraron 120 mil pesos.
Ambos fueron puestos a disposición del Juzgado Federal Nº 2 y hoy serán conducidos para comparecer frente al magistrado subrogante Walter Ezequiél López Da Silva.
Fuentes judiciales indicaron que Longiarú habría logrado la detención domiciliaria a partir de las secuelas Juegos de azar físicas que le dejó el enfrentamiento con un efectivo ocurrido hace poco menos de dos años, tras un asalto a la distribuidora Peyseé.
En ese momento recibió dos heridas de bala, una de ellas localizada en la zona ab- dominal, que le interesó estómago, hígado, intestino grueso y vejiga. También le extirparon el bazo.
Debió ser intervenido quirúrgicamente y permaneció internado un par de meses en estado crítico. Como consecuencia de las lesiones, según se informó oficialmente, debieron practicarle una colostomía (ano contra natura).
Los voceros indicaron que la investigación que determinó los procedimientos de la víspera se inició hace más de un año.
Del mismo modo, señalaron que en el inmueble de Longiarú secuestraron 400 gramos de cocaína fraccio- nada en bolsas y presumiblemente lista para la venta, un trozo de 250 gramos de la misma sustancia, una balanza, diversos elementos de corte de droga y 20 mil pesos.
Las otras diligencias fueron llevadas adelante en dos inmuebles lindantes de Coronel Morel al 400, donde los uniformados arrestaron a Gómez.
Según se supo, en uno de ellos se estaba celebrando un cumpleaños al momento del procedimiento.
Allí incautaron un kilogramo de cocaína, marihuana, cuatro teléfonos celulares y 100 mil pesos en efectivo, entre otras cosas.
También se informó que en esas viviendas hallaron anotaciones con supuestos lugares de venta de estupefacientes, los que tenían la misma caligrafía.
Finalmente, el fiscal federal Antonio Castaño, comentó que “estas personas cambiaban constantemente de teléfonos y por esto es que se fue demorando la investigación. De todos modos, pudimos cerrarla de manera positiva”. Del archivo En 2010 el Tribunal en lo Criminal Nº 3 condenó a Federico Longiarú a siete años de prisión por el asalto a la parrilla “Luisito”, de Monte Hermoso. En ese caso se descubrió que durante la fuga el sospechoso recibió apoyo del expolicía de la DDI local, teniente Daniel Reynaldo Milé, quien fue sentenciado a dos años de cárcel en suspenso por el delito de encubrimiento. Dos años después, cuando cumplía salidas transitorias de la cárcel de Villa Floresta, recibió tres disparos (dos en los glúteos y uno en la costilla) durante un incidente y fue asistido en el Hospital Penna.
En el marco de la causa se realizaron tres allanamientos y también se detuvo a una mujer. Hallaron más de un kilo de sustancia y dinero.
Previamente, en 2004, y cuando aún era menor, había sido vinculado a un asalto. Lo mismo sucedió con un hecho ocurrido en 2009.