Educación quiere estar al frente del Último Primer Día
El proyecto surgió tras conocerse el caso de una directora que envió a los alumnos a dormir a su casa.
noche previa al inicio de clases celebrando el UPD, dado que algunos habían tomado alcohol o no habían dormido siquiera una hora.
El proyecto de las autoridades educativas apunta, precisamente, a que las escuelas participen de esos festejos y brinden contención a los chicos, a fin de evitar los excesos.
“Estos festejos, en algunos casos, han suscitado situaciones de conflicto. Por ello, es importante hacer de los mismos una oportunidad más para seguir enseñando y aprendiendo, un hecho pedagógico que garantice un marco de promoción de buenas prácticas de convivencia, acompañando las trayectorias educativas de los estudiantes”, se propuso.
La idea es sumarse a los festejos de los alumnos -que tienen distintas modalidadescon "propuestas que respeten la diversión sana y que no ponga el peligro la integridad de los adolescentes ni de los espacios físicos".
En el documento se invitó a "los directivos, docentes y a las familias" a formar parte de la organización y el desarrollo de la celebración.
La propuesta sugiere tres etapas de participación que acompañen a los estudiantes “antes, durante y después” de los festejos, al tiempo que para esas actividades recurre a acciones institucionales, de las familias y del vínculo con la comunidad.
“Se debe comprender los hechos o situaciones que irrumpen de modo extraordinario en la vida institucional, a fin de tomar las decisiones más adecuadas para brindar las mejores respuestas posibles desde una mirada compleja”, se explicó en el documento.
En tal sentido, consideró pertinente que las instituciones y sus protagonistas tengan “una mirada atenta, anticipatoria y situada en el marco del cuidado y la orientación" de los chicos que inician la última etapa de la educación secundaria. En lanueva.com En Tornquist. Susana Marcolini , la directora del polémico video, explicó que mandó a los alumnos a su casa porque se notaba que habían estado toda la noche sin dormir. “Estuvieron bailando, comiendo, y no podemos decir que todos estuvieron tomando agua, más allá de que no creo que me corresponda tomarles un test de alcoholemia -dijo-. Así era difícil que los chicos pudieran permanecer en clase".