“La publicidad no conoce de límites”
—No soy de dietas ni de ejercicios, aunque con 43 años debería hacerlo, je, je, je.
Rubén Batalla no se cuida tanto. Pero está activo.
—Lavo, ordeno, llevo a mi hijo a la escuela... Al vivir en el campo siempre tengo algo para hacer. —¿Modelo hasta cuándo? —Hasta que el cuerpo dé. La publicidad no conoce de límites, así como hoy tocó una Ferrari, mañana tocará otra marca. La publicidad tiende cada vez más a que la gente se vea identificada con el producto, no de verlo como algo inalcanzable. Bahía, Argentina, Indio —Cuando voy a Bahía disfruto de la familia, me pateo todos los lugares en los que tengo amigos, voy a las oficinas en las que trabajé, a las paradas de taxis... La cosa