Otra vez, justos por pecadores
LA SOCIEDAD sabe de la situación, cada vez más habitual, de que determinados hechos o conductas maliciosas deriven en la implementación de reglas que apuntan a evitar que se repitan ciertos hechos perjudiciales, sea a partir de controles más exigentes, reglas menos permisivas o incluso someter a los vecinos a situaciones molestas o incómodas.
Una nueva medida que busca impedir el accionar de los llamados “motochorros” genera malestar entre los motociclistas.
ES UNA práctica que adhiere a la conocida frase “pagan justos por pecadores”, que en demasiados casos, además, no admite otra alternativa, precisamente a favor de que los justos no sufran las consecuencias de los pecadores, lo que justifica ciertas decisiones de carácter preventivo. LA INTRODUCCIÓN viene a cuento de la decisión tomada por le gobierno de, a partir del venidero 15 de junio, exigir a los motociclistas tener el número de patente de su vehículo visible en el casco, adherida en letras y números reflectantes, como parte de una política para prevenir la acción de los “motochorros”. “LA IDENTIFICACIÓN dominial será adherida en los laterales del casco, debiendo ser indeleble e inviolable”, indica la norma que llevó las firmas del presidente Mauricio Macri y de los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Transporte, Guillermo Dietrich. EL ACOMPAÑANTE, por su parte, deberá usar un chaleco reflectante, también con la identificación del dominio. EL DECRETO justificó la medida al indicar que “la espiral creciente del delito lesiona los principales bienes jurídicos de quienes son víctimas de actos criminales, cercenando sus Derechos Humanos básicos y fundamentales”. “EL CRECIMIENTO exponencial del parque de motos -continúa la resolución- facilitó la concreción de estas conductas en la vía pública, altamente reprochables por la sociedad”. ES COMPRENSIBLE que se alcen voces de protesta y queja por parte de quienes utilizan estos vehículos para ir a su trabajo y realizar sus tareas cotidianas. SIN EMBARGO, la medida no significa tampoco un gran esfuerzo ni un inconveniente para el uso. DESALENTARÁ EN cambio a los motochorros, los obligará a limitar su práctica y alertará al caminante común, en el supuesto caso de ver personas que andan en moto sin esa identificación.