Un documento explica qué debe hacerse... y qué no
Ya en un documento titulado “Prevención del suicidio, un instrumento para profesionales de los medios de comunicación”, la propia Organización Mundial de la Salud había recomendado qué hacer y qué no hacer en cuanto a la difusión de este tipo de situaciones que suelen generar dudas acerca de cómo abordarlo en los distintos medios de comunicación.
Entre las recomendaciones del “Qué hacer” figuran, en primer término, trabajar estrechamente con autoridades de la salud en la presentación de los hechos; referirse al suicidio como un hecho logrado, no uno exitoso y presentar sólo datos relevantes en la o las páginas donde se mencione el tema.
Asimismo resaltar las al- ternativas al suicidio; proporcionar información sobre líneas de ayuda y recursos comunitarios y publicitar indicadores de riesgo y señales de advertencia.
Mientras tanto, entre aquello que no recomendaban hacer el documento en cuestión destaca publicar fotografías o notas suicidas, informar detalles específicos del método utilizado y dar razones simplistas.
También se desaconseja glorificar o hacer sensacionalismo del suicidio y usar estereotipos religiosos o culturales en un tema tan delicado y controvertido. cambiar percepciones incorrectas y animar a buscar ayuda”.
Entre los contenidos de cobertura que se recomienda evitar, figuran: a) describir el suicidio como inexplicable (si es posible, explicar los signos de alarma); b) glorificar el acto de suicidio (intentar presentar una historia equilibrada sobre la persona); c) incluir el método, la ubicación o detalles de la persona que falleció (limitar los detalles solo a los hechos que la audiencia necesita saber); d) retratar el suicidio como una respuesta aceptable a las adversidades de la vida; e) evitar títulos sensacionalistas; f) también gráficos y fotografías dañinas; g) No usar un lenguaje estigmatizante; h) no compartir el contenido de la nota suicida y por último evitar citar a la policía o a los primeros en llegar a la escena.