La renovación que piensa Sampaoli
Con el cierre de la temporada 2016-2017 de la Liga de España, que se producirá en apenas dos semanas, se acerca también la confirmación de Jorge Sampaoli como director técnico del seleccionado argentino de fútbol.
Mientras el entrenador santafesino continúa trabajando en su objetivo de clasificar al Sevilla para la siguiente Champions League, paralelamente refuerza su idea de concretar una renovación gradual en el plantel albiceleste.
Por su cabeza pasan nuevas convocatorias, variantes posicionales y nombres habituales que hasta hace poco tenían asegurada la titularidad y pronto podría tocarles ir al banco de suplentes.
Sampaoli se animaría, por fin, a citar al atacante Mauro Icardi (Inter) después del mediático amague de su antecesor Edgardo Bauza, aunque no sería la única novedad. Desde su entorno deslizaron que estaría siguiendo con atención los desempeños de Leandro Paredes (Roma), Alejandro “Papu” Gómez (Atalanta), Emanuel Mammana (Lyon) y Cristian Ansaldi (Inter), todos de muy buena actualidad.
A ellos se sumarían Joaquín Correa (Sevilla), Guido Pizarro (Tigres de México) y Agustín Marchesín (América de México), quienes aparecen en una segunda línea entre las alternativas del DT y tendrían chances de ser llamados en el futuro según las circunstancias.
La próxima gira de junio por Australia (el 9 enfrentará a Brasil, en Melborune) y Singapur (el 13 se medirá con el local) no solo marcará el inicio de su ciclo como orientador. Representará, además, el marco de ensayo adecuado con una parte del recambio que el conjunto nacional viene reclamando.
El casildense anunciaría su primera lista en 20 días más, tras ser presentado oficialmente por la administración de Claudio “Chiqui” Tapia una vez que formalice su desvinculación en España, el 21 de este mes.
En esa nómina no incluiría, en principio, apellidos del ámbito local que son de su agrado como los de Ricardo Centurión (Boca), Ariel Rojas (River), Marcos Acuña (Racing) y Lautaro Acosta (Lanús), teniendo en cuenta que podría debilitar a sus respectivos equipos en el tramo decisivo del certamen doméstico.
En el juego de los que entran y salen, se menciona con insistencia que Marcos Rojo, Nicolás Otamendi y Ezequiel Lavezzi perderán presencia y que el Kun Agüero tendrá que revertir su imagen futbolística para ganarse la confianza del nuevo conductor de la Selección.
Sampaoli es consciente de que el tiempo que separa el crucial choque ante Uruguay, a desarrollarse el 31 de agosto venidero, deberá aprovecharlo al máximo. Para inculcar su filosofía de juego, diseñar estrategias, preparar mentalmente a sus dirigidos y efectuar todas las pruebas que considere necesarias.
También sabe, claro, que la compleja situación de Argentina en la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas obliga a no apresurar decisiones. Sobre todo por el oficio y la personalidad que exigirá el hecho de pisar el estadio Centenario para afrontar el áspero clásico del Río de la Plata.
A partir de ese encuentro, Sampaoli intentará revalidar sus pergaminos y demostrar por qué la AFA lo eligió para encabezar un proceso en agonía que ya se “tragó” a dos de sus colegas y que a esta altura transita en la incertidumbre de no saber si estará en Rusia 2018.