La lucha por la educación
LOS PADRES de decenas de alumnos que concurren a las escuelas medias dependientes de la Universidad Nacional del Sur han salido nuevamente a la calle para defender el derecho al estudio de sus hijos, severamente afectado por las reiteradas medidas de fuerzas de los docentes de estos establecimientos.
Otro “abrazo simbólico” al edificio de 11 de Abril 445 expresó la postura de los padres frente a los paros docentes.
EL GESTO consistió en realizar “un abrazo” al edificio de calle 11 de Abril 445 para así manifestar su desagrado ante la postura del gremio docente (ADUNS) que, señalan, “en el afán de hacer valer sus derechos, pisotean los de los niños, cuando es claro que el derecho de cualquiera debe terminar cuando afecta el de los demás”. EL PLANTEO de los padres es más abarcativo que en el caso de otras escuelas. Es que aseguran que los maestros de las escuelas medias “son afortunados” pues sus sueldos “son superiores a cualquier otro maestro o empleado de comercio” e incluso que el que perciben “los médicos residentes”. MENCIONAN ADEMÁS, con justa razón, que la decisión de los maestros afecta el día a día de cientos de padres que trabajan y tienen a sus niños en casa, esperando ir a la escuela. “TRABAJAMOS IGUAL que los docentes, pero no tenemos la posibilidad de hacer paros porque nos despedirían de nuestros empleos”, indican. POR ÚLTIMO reconocen que “todos deberían ganar mejor”, al asegurar “no estar en contra del reclamo salarial”, pero mencionan la necesidad de aplicar “el sentido común y pensar en el salario de todos los trabajadores argentinos”. TAMBIÉN CRITICAN a los maestros que no solamente no van a clases, sino que tampoco participan de las marchas ni de las asambleas. MUCHOS DE los padres que reclaman el regreso a las clases de los maestros tienen sueldos más bajos que los docentes y asumen que se trata de una situación compleja, que incluye a la mayoría de los trabajadores argentinos, con lo cual cada medida de fuerza debiera ser analizada dentro de un amplio contexto. SIN DUDA es hora de que los maestros vuelvan a las escuelas. Que respeten los derechos a la educación de los niños y que los gremios prosigan su lucha a partir de otro tipo de recursos y herramientas. TENER DE rehenes a los chicos y a los padres es la peor lección que pueden dar.