“Salimos a trabajar en defensa propia”
El día del crimen, el taxista Aníbal José Acosta, de la parada de Belgrano al 300, traslado a una pareja hasta la Terminal de Ómnibus.
“Una vez que emprendemos el viaje a la Terminal, a la altura de Parchappe y las vías de ferrocarril, ella le pregunta al chico hacia dónde van y él le responde ‘al primer colectivo que salga, a donde sea’”, dijo entonces el taxista, fallecido un par de años después.
Al revisar las cámaras del lugar, los investigadores se centraron en “un pelado”, según precisó Marcela, “y como Felipe es calvo...”, acotó Avellaneda.
“Ella (por Marcela) y todo su círculo se prestó a la requisitoria fiscal, pero en ese ínterin se daban otras alternativas que fueron paulatinamente desechadas. Y es el día de hoy que el camino fue tan angosto que terminó en Felipe y no hay otra alternativa”, dijo el abogado.
La mujer acotó que al comienzo los investigadores “mostraban la foto y preguntaban si reconocían a alguien; pero después la pregunta era ¿éste es Felipe?, direccionando la respuesta”.
Avellaneda sostuvo que “no hubo una acusación formal, que eso quede claro, pero estuvimos al límite. Salimos a trabajar en defensa propia cuando estábamos buscando que se investigue quién era el autor de la muerte”.