Olimpo: por la lluvia, se suspendió un partido clave
El aurinegro jugó mejor que Arsenal en los 45 minutos que se disputaron en Sarandí. Mucha agua y correcta decisión del árbitro Héctor Paletta en suspender el cotejo en el entretiempo.
NO HAY FECHA DE REANUDACIÓN Sergio Daniel Peyssé Cuándo va a parar? La lluvia nunca paró, la cancha aguantó hasta donde pudo, los charcos se agrandaron aún más, se hizo la prueba del pique de la pelota, no funcionó y por eso el partido entre Arsenal y Olimpo, que estaba sin goles, duró sólo un tiempo.
La decisión fue correcta, porque a todos los problemas ocasionados por la intensa precipitación, hubo que sumarle otro que nadie tuvo en cuenta pero del que sí estuvo al tanto la cuaterna arbitral: por momentos la cortina de agua fue tan espesa que impidió la visibilidad a dos metros de distancia.
Entonces, si no pica y tampoco se ve, no se puede jugar.
Olimpo, con el 4-4-1-1 característico cada vez que
¿sale de visitante, preparó un partido en la semana: ser un equipo corto entre líneas, jugar a dos toques y por abajo, insistir con la presión alta, romper el esquema rival (4-2-3-1) por los costados y no tirar pelotazos a menos que sirvan para sorprender. Bueno, esa idea sólo la pudo mantener 20 minutos, cuando el cotejo se pudo desarrollar en condiciones más o menos normales.
Pero lo mejor del conjunto bahiense no estuvo en los pies, sino en la cabeza. A diferencia del último choque con Atlético Rafaela, esta vez pudo dominar sus impulsos, no jugó a mil por hora, no se mostró apurado, ni precipitado, ni ansioso.Y es una virtud para resaltar que, con el presente crítico que vive en el campeonato, haya entendido que el partido lo puede ganar en cualquier momento de los 90 minutos.
Sufrió cuando Sánchez Sotelo se recostó sobre la punta izquierda y metió desbordes impecables que jamás mostró en su paso por Olimpo.
Pero el visitante no perdió el orden y enseguida se hizo cargo del trámite frente a un Arse light, ingenuo, sin jerarquía y con muchos problemas de coordinación y potencia ofensiva. No es casualidad que sea el peor equipo del torneo con 11 puntos.
Cuando Olimpo se dio cuenta de que no podía progresar con balón al ras del agua, cambió la metodología. Bochazo largo para las corridas de Rodrigo Caballuci y Pizzini. Y sino, apostar a alguna pelota parada. Y por esa vía casi consigue abrir el marcador, cuando Carlos Rodríguez cabeceó a media altura y la de cuero pegó en la espalda de Bottinelli.
Llegó el momento donde el vidrio de la cabina se empañó, donde era todo lluvia y los jugadores apenas unas sombras detrás de la bruma que formaba tanta agua que Olimpo lo quería seguir, pero no daba para más. A Arsenal le costaba imponer su identidad y Olimpo se mostraba cada vez más convincente.
Empezaba a ser un partido a pedir del aurinegro, pero... El árbitro Paletta dijo basta y habrá que ver cuando se reanudará.
Antes que un cierre decoroso, me quedo con la ocurrente y alocada definición de Sciacqua: “en cancha seca lo ganábamos; pero estaba convencido de que en cancha mojada también” Coherente
Olimpo volvió anoche mismo de Buenos Aires y hoy retomará las prácticas pensando en el cotejo del sábado frente a Aldosivi en Bahía.