River se quedó con el Superclásico en La Bombonera y puso el torneo al rojo vivo.
El clásico se peleó y se discutió mucho pero el fútbol, cuando apareció, lo puso el equipo de Gallardo, que concretó un 3-1 con goles de Gonzalo Martínez, Lucas Alario y Sebastián Driussi. Había descontado Fernando Gago.
River obtuvo una clara victoria por 3 a 1 en su visita a Boca, le asestó un golpe de dureza máxima a su rival de siempre y abrió el abanico de posibilidades en la recta final del torneo.
El clásico se peleó y se discutió mucho pero el fútbol, cuando apareció, lo puso River, que concretó un resultado indiscutible.
Pity Martínez, hasta salir lesionado, fue la individualidad más destacada pero otros puntos altos en el vencedor fueron Leonardo Ponzio, cuya presencia en el me- dio fue determinante, Alario, aunque decayó en la segunda mitad hasta ser reemplazado y Lucas Martínez Quarta, autor de dos cierres clave. River abrió el marcador en el minuto 14: centro de Driussi desde la derecha que cayo a espaldas de Gino Peruzzi y por allí apareció Martínez para definir de primera, con un latigazo de zurda, que se hizo inatajable para Rossi.
Aumentó el visitante diez minutos después en otra jugada con participación de Martínez, que fue el que aprovechó la mala salida del fondo rival y habilitó a Alario para que concretara.
El juego, por entonces, era todo de River, que esperaba para salir con velocidad, estaba listo para capitalizar los visibles errores defensivos de Boca y no sufría sobresaltos.
Sin embargo, en la última acción del primer tiempo, Gago ejecutó un tiro libre desde la izquierda, su pelotazo se cerró, calculó muy mal Batalla y Boca se puso a tiro.
Las dos primeras buenas oportunidades con que contó el puntero tras la reanudación fueron derivaciones de fallas en la salida de River: en la primera, Darío Benedetto eludió bien la salida de Batalla pero cuando quiso definir, desde la izquierda, apareció Martínez Quarta para salvar.
La primera elaboración ofensiva bien concebida por Boca en el partido tuvo lugar en el minuto 29: se juntaron sobre la derecha Peruzzi y Wilmar Barrios (su tardío ingreso mejoró la circulación) y el centro del marcador lateral lo cabeceó Benedetto pero por encima del travesaño.
Los últimos minutos fueron electrizantes. A los 44 Boca estuvo a tiro de empate pero se reivindicó Batalla al salvar 2 veces en la misma jugada, la segunda en forma milagrosa pero Peruzzi remató a donde estaba el arquero.
Con el tiempo regular cumplido, se equivocó Gago, Boca estaba desarmado y Driussi, por el medio, puso el 3-1 paraRiver, que dio la talla en un partido trascendente.