Cuando sí tienen relevancia los informes criminológicos
La justicia bahiense, a diferencia del homicida de Micaela García en Entre Ríos, contempló evaluaciones carcelarias para negar la libertad de Luis Acosta, acusado de matar a su novia.
Luis Ariel Acosta fue condenado a 12 años de prisión por matar de un tiro a su novia adolescente y por distintos robos. Está preso desde 2008 y ya superó claramente el plazo para obtener la libertad condicional, aunque la justicia se lo rechazó, porque los informes criminológicos le son desfavorables.
La Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal, con los votos de los jueces Pablo Soumoulou y Guillermo Giambelluca, confirmó hace algunos días la resolución dictada por el juez de Ejecución Penal Nº 1, Claudio Brun, y rechazó la apelación formulada por el defensor oficial, Augusto Duprat.
Se trata de una medida diametralmente opuesta a la que adoptó el juez de Entre Ríos Carlos Rossi, quien le había otorgado la libertad a Sebastián Wagner, pese a que las evaluaciones del Consejo Correccional Penitenciario de esa provincia eran desfavorables, y el violador ganó la calle y mató a Micaela García.
En el caso de nuestra ciudad, Acosta fue acusado de herir mortalmente a Mariana Aylén Vivanco Sandoval, de 15 años, el 9 de enero de 2008, en la vivienda ubicada en Gutiérrez 171 de Villa Duprat.
También fue condenado por robos en los inmuebles de Ugarte 180 y Güemes 3.272, en el taller de Mallea 1.566, en el transporte de Vicente López 2.658, en un galpón de Nicaragua 3.086, de una moto estacionada en Fitz Roy 1.154 y de un ternero de un establecimiento rural de las afueras.
Duprat, atento al tiempo que lleva de detención, pidió su libertad condicional, aunque Brun se la negó y la Cámara hizo propios los argumentos del juez para rechazar la apelación.
Soumoulou y Giambelluca reconocieron que el requisito temporal (dos terceras partes de la pena) está cumplido para obtener el beneficio, pero que las evaluaciones criminológicas tienen un resultado adverso para Acosta.
“Heteroagresivo”
El informe del Departamento Técnico Criminológico remarca que el reo “no mostró de manera sostenida ansias de ocupar productivamente su estadía en prisión, habiendo sido dado de baja de las tareas laborales que realizara por mal desempeño y perdiendo su regularidad con posterior abandono del sector escuela”.
Explicaron que si bien ese tipo de informes no son vinculantes para el juzgador, tendrán que ser “explicitas” las razones para apartarse de los mismos.
Tuvieron en cuenta, a su vez, que el grupo técnico de la unidad penal, en una evaluación psicológica, observó que Acosta tiene “una marcada tendencia a depositar su propia responsabilidad en terceros o su entorno” y marcadas dificultades “para acceder a un pensamiento crítico respecto de sus propias conductas”.
Por otro lado, advirtió “la presencia de componentes heteroagresivos aunados a un repertorio defensivo precario e ineficaz frente a situaciones estresoras”.
De hecho, en 2013 logró algunas salidas transitorias, pero cometió infracciones y se las revocaron.
En consecuencia, para la Cámara Penal fue “fundada y razonable” la medida dispuesta por el juez Brun y negaron la libertad condicional.
Sin embargo, nadie podrá impedir que Acosta salga de la cárcel dentro de 2 años, porque el 6 de mayo de 2019 se vence su condena.