Ludmila Pagliero se quedó con “el Oscar de la danza”
La primera bailarina de la Ópera de París estuvo en octubre del año pasado en Bahía. Fue premiada en Moscú.
Los Premios Benois de la Danza se entregan desde hace 25 años y son los más importante en esta disciplina artística: la danza.
La bailarina argentina Ludmila Pagliero, quien desde 2012 es primera figura del Ballet de la Ópera de París, fue distinguida con el premio Bonois de la Danza, en una gala que se llevó a cabo en el Teatro Bolshoi de Moscú.
En la misma velada también fue distinguida la uruguaya María Ricetto, del Ballet Nacional Sodre, y se homenajeó a la coreógrafa brasileña Marcia Haydée, de 80 años, ex directora de los Ballets de Stuttgart y Santiago.
En tanto, otro argentino, Demis Volpi, del Ballet de Stuttgart, estaba nominado como mejor coreógrafo pero debió irse con las manos vacías.
Entre los premiados también se encuentran Denis Rodkin, del Ballet del Bolshoi, el francés Hugo Marchard y la canadiense Crystal Pite, ambos del Ballet de la Ópera de París.
Los Premios Benois de la Danza se entregan desde hace 25 años y son los más importante en esta disciplina artística.
Humildad a flor de piel
Ludmila Pagliero pasó por nuestra ciudad el año pasado, a fines de octubre, cuando se presentó junto al Ballet del Sur y la Orquesta Sinfónica Provincial.
Además, ofreció una conferencia de prensa en el Centro Histórico Cultural, donde pudo charlar con los interesados y hablar sobre la disciplina que tanto le apasiona.
Su talento y perseverancia la llevaron a cruzar fronteras, primero a Santiago de Chile (donde firmó contrato con el Ballet con apenas 16 años) y luego a Francia.
Fue en 2003 cuando se sumó al prestigioso Ballet de la Ópera de París, donde logró el máximo título para una bailarina: Etoile (estrella).
“Aprendí francés un poco a los golpes (risas). Igual algo sabía porque en la escuela de Buenos Aires tenía clases una vez por semana porque los pasos de la danza son en francés. Eso sí, cuando llegué parecía que no sabía nada, me hablaban rápido y no entendía. Con los años pude salir adelante”, contaba.
Reproducimos aquella charla en un café, frente al Teatro Municipal.
-¿Dónde estabas y cómo viviste los atentados de París?
-En ese momento estaba viajando porque tenía una gala. Pero esos lugares trágicos yo los conozco y he pasado en alguna oportunidad. Además tengo amigos y mucha gente conocida que estaban conmocionados. Fue algo muy, muy fuerte. Hay un estado bastante tenso en Francia y en Europa con toda esta situación. No fue ni el primer atentado ni el único. Tampoco sabemos si será el último. Puede ser en cualquier lado. No hay ley. Por eso hay mucha tensión.
“Cuidate”
-¿La mayoría siguen con la rutina habitual?
-Sí, pero hay gente que tiene mucho miedo y es muy desconfiada. No es para menos. No creo que se termine rápidamente.
-¿Extrañaste Argentina en ese momento?
-Me hizo replantearme muchas cosas, pero en Buenos Aires tengo a mis papás y a mi hermana. Si bien no es la misma situación, hay problemas en todo el mundo, mucha violencia e inseguridad por todos lados. Mi mamá me dice que no me vuelva, simplemente me dice “cuidate”. Y eso es lo que nos repetimos a cada rato. Tanto yo, como ellos, en Francia o en Argentina: “cuidate”.
-Hace unos 15 años que estás afuera del país ¿hay algún detalle que siempre te hace acordar a la Argentina?
-El cielo. Es el primero que recuerdo entre muchos otros. Cuando llego a Ezeiza lo primero que hago es levantar la cabeza y ver esa inmensidad. Enseguida me imagino la Patagonia y todos esos paisajes tan grandes con un pedazo de cielo azul y el sol. Lo reconozco, no hay otro como nuestro cielo.