Absorbió la presión, reaccionó y festejó
Olimpo superó la dolorosa caída del jueves en Sarandí, la presión que representaba el hecho de ganar para abandonar la zona del descenso y el mal arranque del partido de ayer frente a Huracán.
En desventaja, y cuando el panorama comenzaba a complicarse por los peligrosos contragolpes que dispuso el Globo para estirar la cuenta, se levantó de la lona y en una feroz ráfaga de 9 minutos revirtió el marcador, como también la tendencia del juego en la primera media hora desarrollada en el Roberto Carminatti.
El nerviosismo inicial, el gol de Damián Pussetto a los 7 minutos y la acción que de manera increíble dilapidó Alejandro Romero Gamarra quedaron rápidamente olvidadas a partir de la decisiva gravitación de Rodrigo Caballuci por la banda izquierda.
Con una veloz diagonal, el carrilero aurinegro generó el penal que luego Fernando Coniglio aprovechó tras capitalizar el rebote en Marcos Díaz, lanzó el centro que sobró al flojo arquero quemero -en otro de sus habituales yerros- y aterrizó en la testa de Coniglio para el 2-1, y finalmente coronó su fulgurante momento en el cotejo con un envío bombeado que se coló por detrás del cuerpo del desorientado portero visitante.
Antes, Huracán había mostrado más aplomo, buena circulación y una correcta utlización de los espacios que su rival bahiense le dejó producto de su desequilibrio de mitad de cancha hacia atrás.
No obstante, a partir del empate, los dirigidos por Juan Manuel Azconzábal se desmoronaron. Recibieron tres impactos tan contundentes que nunca pudieron recuperarse, más allá de los cambios que el DT realizó en el complemento y de la experimentada presencia del Rolfi Montenegro en la distribución del esférico.
A favor de la diferencia y con mucha tranquilidad, Olimpo controló la situación en la segunda parte. Es verdad que en varios pasajes se retrasó demasiado, pero la voluntad, el despliegue y el compromiso colectivo le permitieron asegurar un triunfo vital para sus aspiraciones de mantenerse en la máxima categoría del fútbol argentino.
Fue apenas un paso, aunque vital. Ahora rezagó al propio Huracán y se acercó a Patronato en la temida tabla de los promedios, con 9 puntos por jugar.
De todos modos no podrá confiarse frente a la exigencia que seguramente le demandarán los sucesivos encuentros ante Independiente y Boca, nada menos.