Habrá Messi para rato en Barcelona
Me gustaría terminar mi carrera en Barcelona”, confió Lionel Messi durante una entrevista realizada días atrás luego de saberse que es inminente la extensión de su vínculo contractual con el club catalán al menos hasta 2021, con la opción de prorrogarlo por una temporada más.
La fecha no parece casual. En 2022 se llevará a cabo el Mundial de Qatar, quizás el último que jugará el astro argentino con la Selección. Para entonces tendrá 34 años y se acercará el cierre de una brillante trayectoria plagada de innumerables logros colectivos e individuales.
Atar la continuidad del crack rosarino no era un tema menor para los directivos del Barça. Aunque la renovación del convenio (por unos 30 millones de euros anuales y una cláusula récord de rescisión de otros 400 millones) se daba por descontada, las negociaciones se dilataron más de lo previsto y la incertidumbre generó preocupación.
Para ellos se tornaba imprescindible cerrar el capítulo Messi con el firme propósito de comenzar a reconstruir un equipo que les permita a los blaugranas recuperar el protagonismo exclusivo y, de paso, acaparar los títulos que hoy son propiedad de Real Madrid y Cristiano Ronaldo.
Contar con los servicios del brasileño Neymar y del uruguayo Luis Suárez representa una ventaja extra, pero en el próximo mercado de pases del verano europeo será cuestión de agudizar el ingenio y apelar a la billetera para respaldar convenientemente al prestigioso tridente sudamericano y aspirar a ganar algo más que la Copa del Rey.
Claro que la pericia del nuevo entrenador, Ernesto Valverde, también tendrá una incidencia clave para concretar los objetivos fijados. Primero para imponer su filosofía de juego y después en la elección de los refuerzos.
Ya se habla de algunos nombres, todos de reconocidas aptitudes y marcada influencia en sus respectivos conjuntos. La mira hoy está centrada en las incorporaciones de Marco Verratti (PSG), Héctor Bellerín (Arsenal de Inglaterra) y Ousmane Dembélé (Borussia Dortmund), jugadores que darán pie al recambio que sus hinchas reclaman desde hace algunos meses.
A la espera de esas novedades, de la firma y de la foto de Messi estrechando la mano del presidente Josep María Bartolomeu, el acuerdo alcanzado servirá de momento para tranquilizar a un barcelonismo que este año ha vivido más penas que alegrías.