Gay llamó a la unidad durante el desfile por el 9 de Julio
Ante una gran concurrencia que siguió el desfile en la avenida Alem, el intendente Héctor Gay llamó a rescatar los valores de los próceres de 1816.
Mario Minervino mminervino@lanueva.com
En una avenida Alem colmada por miles de bahienses que decidieron sumarse al acto, se celebró ayer el 201º aniversario de la Independencia Nacional, con un desfile cívico-militar que se extendió por poco más de dos horas.
Un cielo plomizo, que por momentos dejaba asomar al tibio sol, una brisa por demás leve y decenas de banderas nacional adornando la calle dieron marco a gente que acompañó con continuos aplausos el paso de distintas fuerzas militares, agrupaciones civiles, escuelas, entidades tradicionalistas, colectividades, cuerpos de bomberos y otros representantes de las distintas actividades sociales de la ciudad.
Con el palco principal montado a la altura de calle Sarmiento, el acto comenzó a las 11.30, con una recorrida de la avenida por parte de autoridades militares y el intendente municipal, Héctor Gay, a bordo de un auto militar 4 x 4.
Siguió luego la entonación de los Himnos Nacional y de Bahía Blanca y la evocación interreligiosa, para dar finalmente lugar al discurso del jefe comunal, el cual se extendió por poco más de seis minutos y terminó con un arengador ¡Viva la Patria!.
Gay manifestó su satisfacción por la numerosa concurrencia que se dio cita para presenciar el desfile, asuentre miendo que la misma daba cuenta de una fecha patria “que siempre conmueve y despierta enormes emociones”.
Destacó la importancia de rescatar los valores que movieron a los próceres que aquel 9 de julio de 1816 se reunieron en Tucumán, “una gloriosa generación de argentinos que, con coraje y valor, supo llevar adelante los deseos de la Nación y cuyos integrantes representan valores nobles y heroicos que debemos preservar como símbolo de su gran entrega cívica”, agregó.
Estableció luego un paralelismo entre aquellos hombres y la actual realidad Argentina, convocando a resaltar el enorme compromiso que tuvieron con sus ideales y su gran lección de lealtad y patriotismo.
“Es lo que debe acompañarnos como ejemplo de ciudadanía, como modelo social”, sostuvo.
Arengó luego a honrar la memoria de esos patriotas, trabajando para construir un país donde, dijo, “reine la igualdad y la justicia”.
Señaló que “son momentos en que no tenemos que pedir nada a la patria, sino preguntarnos que somos capaces de dar nosotros por una patria mejor”.
Hizo además un llamado a afianzar los valores de la educación y a ser solidarios con los más necesitados.
“Es tiempo de unirnos, de tomar decisiones políticas que nos quiten la incertidumbre y la angustia, de aprovechar los recursos y la inteligencia de los argentinos, de enterrar esta decadencia cultural que nos agobia. Pero no esperemos que nos salve un iluminado o un salvador de la patria: el futuro lo tenemos que edificar todos, sin mezquindades, sin grietas, sin apetencias personales desmedidas, sin personalismos y sin un populismo denigrante.
“Si entendemos que la causa de nuestros infortunios es nuestra mezquindad y desidia y una crisis moral, habremos dado un gran paso hacia un futuro mejor”, remarcó.
Por último, mencionó que si los protagonistas de la gesta independentista de 1816 revivieran, lo primero que harían sería buscar la unidad nacional y luchar para sostener “una sociedad libre y democrática”.