Bella Vista puso primera en el Federal y piensa en Liniers
Bella Vista no mostró secuelas de la estrepitosa goleada que le propinó Huracán en la primera fecha del Federal B, y en la “Loma” venció merecidamente 2-0 a Ferro de Olavarría con un equipo alternativo. Perdón, ¿alternativo?
El equipo de Marcelo Katz, que había perdido 4 a 0 ante Huracán en el inicio de este Federal B, venció ayer con solvencia y autoridad 2 a 0 a Ferro de Olavarría, que venía de superar 2-1 a Racing en el clásico de aquella ciudad. Así, el elenco de La Loma ya pone la mira en la final del domingo de los playoffs del certamen Clausura de la Liga del Sur, frente a Liniers.
“Si de un partido a otro tu equipo se repone de una goleada y de una humillación sin mostrar vergüenza ni secuelas de las heridas, es porque estás frente a un grupo de hombres con ganas de progresar y de ser el mejor".
Me lo dijo Gregorio Pérez a mediados de 2004, cuando había llegado para dirigir a Olimpo en Primera división. Y no me lo olvidé más.
Y ayer, esa frase me vino otra vez a la memoria después de ver como Bella Vista, que había perdido 4-0 frente a Huracán en el inicio de este Federal B, venció con absoluta solvencia y personalidad a Ferro de Olavarría, que venía de superar 2-1 a Racing en el clásico de aquella ciudad.
Podés conseguir el tono deseado en el aspecto futbolístico y "volar" físicamente, pero si no estás bien de la cabeza no podés lograr nada.
Y seguramente en eso hizo hincapié el DT albiverde Marcelo Katz. No sólo le levantó la autoestima a su equipo, al muleto que no parece ser tan muleto, sino que acertó con la estrategia y el plan para recibir a un elenco que se mostró confundido todo el tiempo.
Sólo en el inicio, y en un puñado de dos o tres minutos, la visita nos hizo creer a todos que iba a ser un contrincante más duro que un yunque.
Pero un penal (bien sancionado por mano de Caballero tras una pifia de Aguirre) convertido por Delorte y un puntinazo de Bartoletti que se coló junto a un palo, hirie- ron de muerte al Carbonero, que cayó en la depresión y en el mar de las imprecisiones.
Sin brillar, pero con ira y molestando al rival en todos los sectores del campo, el dueño de casa se metió el partido abajo del brazo.
Teniendo al "Flaco" Delorte de faro, de pivote, de referente o como usted se lo quiera imaginar, al dueño de casa se le simplificó todo. Al lungo cabildense jamás lo pudieron anticipar, le hicieron un montón de foules (incluso un penal grandísimo por agarrón de Penna que ignoró el árbitro Facundo Elgart), y todo el tiempo que se perdió le permitió al "Gallego" planchar el partido en una cancha que no luce como en sus mejores épocas.
El segundo tiempo fue tan largo como tedioso. Los rebusques de Octavio Bianchi perdieron consistencia y la expulsión de Caballero (recibió la segunda amarilla por protestar y gesticular) terminó de sacar del eje a un Ferro que, al menos ayer, no demostró ser lo que parecía.
Delorte, que el mes pasado cumplió 39 años, no dejó de exigir; Luján, muy seguro, descolgó todos los centros que pasaron cerca del área chica; Bartoletti corrió hasta dejar el alma y Alvarez López, un "3" que Olimpo cedió a préstamo vaya uno a saber por qué, fue y vino por su carril fresquito como una lechuga.
Antes de la final por el Apertura liguista ante Li- niers, el conjunto albiverde tomó aire, pese a que varios de los que jugaron en la víspera no verán acción mañana frente al Chivo.
Pero esté quien esté y lo dirija quien lo dirija, en la Loma no se pierde la esencia: pelota al piso, mantener la intensidad, machacar, meter y ganar jugando bien.
"Todo eso lo venimos haciendo, pero nos falta rodaje para darnos cuenta de que somos un gran equipo", reconoció Katz, quien cuenta con un plantel numeroso y de nombres rutilantes. Porque ayer, a Ferro le ganó un equipo alternativo que, y permítame aclarárselo, no es tan alternativo...