Las claves del bicampeonato azulgrana
San Lorenzo ratificó su poderío y revalidó la condición de máximo favorito para coronarse días atrás por segunda temporada consecutiva en la Liga Nacional de Básquetbol.
El Ciclón edificó su logro con al menos 8 argumentos que le valieron prevalecer sobre el resto en los 296 días que demandó la competición. A saber:
1) El equipo. Conformó un plantel de calidad, experiencia y jerarquía. Confiable y utilitario. Completo y con muchas variantes. La baja del emblemático Walter Hermann, por ejemplo, la sustituyó con otros nombres de probada capacidad individual.
2) El juego. Se basó en una rigurosa defensa y un ritmo veloz e intenso en la transición ofensiva. Tuvo excelentes porcentajes de eficacia en el perímetro y también altura en la zona pintada. El control y la distribución del balón fue otro rasgo distintivo. Por algo estableció el histórico registro de 27 asistencias en el segundo partido de la serie final ante Regatas. Con esa cifra superó las 25 de Independiente de General Pico, en la edición 1994-1995.
3) El director técnico. Una vez más, el exitoso Julio Lamas impuso su sello con sus conocimientos y su estrategia. Ganó los títulos de manera sucesiva con los azulgranas dirigiendo dos formaciones muy diferentes. Ambas de parejo rendimiento y con idéntico resultado. En cada caso eligió a los jugadores a la perfección y sacó las virtudes de todos ellos. El “Penka” Aguirre y Marcos Mata fueron los únicos mayores que continuaron con el proceso.
4) El aporte del “Tortu” Gabriel Deck. El ala pivote santiagueño fue la gran figura de San Lorenzo y de la Liga, al punto de ser distinguido como el mejor del año en ese puesto. Decisivo y estelar. Efectivo, atlético y potente para marcar diferencias en el duelo personal. Con proyección internacional, está en la mira de franquicias de la NBA como Utah y Milwaukee.
5) Mantuvo la base de su dotación de extranjeros. De buen rendimiento, utilizó permanentemente a Jerome Meyinsse y Mathías Calfani y apenas realizó el cambio del portorriqueño Guillermo Díaz, quien primero faltó por un problema físico y luego decidió alejarse por razones personales. Gerald Fitch, por muy pocos cotejos, y el mexicano Alexander Pérez Kauffman fueron sus reemplazantes. Además contó fugazmente con Billy Mc Sherpard, en sustitución del lesionado Matías Sandes para la disputa de la Liga de las Américas y algunos encuentros de la LNB.
6) La solidez para construir otro récord. Con un andar firme, enhebró 14 victorias seguidas en playoffs quebrando la marca que ostentaban Atenas (1998-99) y Libertad de Sunchales (2008-09). Incluso acumuló 16 cotejos sin derrotas, desde el 16 de abril en Junín hasta el 10 de julio pasado en Corrientes. La campaña global incluyó 50 triunfos en 67 presentaciones.
7) Asimiló el golpe de la eliminación en la Liga de las Américas. El 4 y 5 de marzo pasado, en Puerto Rico, cayó frente a Bahía Basket y el local Leones de Ponce, respectivamente, despidiéndose del certamen con la insoslayable frustración de no haber logrado el principal objetivo de 2017.
8) El proyecto. Revitalizó la actividad basquetbolística y a su vez recuperó el sentido de pertenencia. Tras una larga lucha, San Lorenzo volvió a Boedo donde estrenó el Polideportivo Roberto Pando. Jugó a estadio repleto y en su casa cumplió el sueño de celebrar el bicampeonato.