Fornari se sumó a Olimpo y lo primero que le dijeron fue: “Maxi, portate bien”
El delantero de 22 años viene de jugar en Ferro Carril Oeste, aunque la mitad de su pase pertenece a Sarmiento de Junín, donde algunos actos de indisciplina provocaron que fuera separado del plantel en dos oportunidades.
Maximiliano Fornari es un delantero rápido, de 22 años y "con muchísimo futuro”, según expresaron los distintos técnicos que lo dirigieron en Sarmiento de Junín y Ferro Carril Oeste, los clubes por donde pasó este punta “picante” y con excelente cualidades técnicas.
Pero se habló muy poco de eso la semana pasada, cuando el atacante nacido en Salto se convirtió en refuerzo de Olimpo. Lo primero que dijeron sobre él: “tiene problemas de conducta”, “por actos de indisciplina fue separado de algunos planteles”.
Por ejemplo, por haber insultado a Gabriel Schurrer, en septiembre de 2016, jugando para el kiwi juninense, donde hizo las divisiones menores, lo bajaron al equipo de Reserva antes de ser licenciado; y el 2 de febrero de este año, “Teté” Quiroz, con Sarmiento peleando la permanencia, lo separó de la plantilla por agarrarse a las piñas en el vestuario con el central Nicolás Bianchi Arce.
--Maxi, bienvenido, pero, ¿por dónde empezamos?
--Por la parte linda, ja,ja... Por este nuevo desafío en Primera división, en un club tan importante como Olimpo.
--Bien. ¿Cómo se dio tu llegada al aurinegro?
--Mi representante (Sebastián Celoria) me avisó que el interés de Olimpo era concreto y en un día se definió todo. Llego a un club donde tendré la posibilidad de jugar, de sumar minutos y de volver a sentirme importante.
Fornari firmó contrato con la entidad bahiense a préstamo por un año. El 50 por ciento de su pase pertenece a Sarmiento de Junín y la otra mitad a su representante. Arribó sin cargo y con opción de compra, aunque en su contrato se estableció una cláusula que interrumpirá el vínculo automáticamente si por parte del jugador existe algún acto de indisciplina.
--¿Por qué en Ferro no terminaste jugando?
--Porque sufrí un desgarro en el cuádriceps de la pierna derecha. Ya estoy curado y sólo me falta agarrar ritmo futbolístico. Físicamente es- toy bien, tengo un cuerpo privilegiado y no me cuesta ponerme a punto en ese aspecto.
--En Sarmiento, en la era Caruso Lombardi, jugaste de volante y cumpliste destaca- das actuaciones. ¿Sciacqua te pidió por ser un futbolista polifuncional?
--Caruso me hizo jugar de media punta, aunque también me desempeñé como volante externo, pero siempre recostado sobre la punta derecha.
--¿Te acordás cuál fue el único partido que jugaste en cancha de Olimpo?
--¡Cómo me voy a olvidar de ese partido!. Fue el de la salvación de Sarmiento en el torneo de Transición 2016. Le ganamos 1-0 a Olimpo sobre la hora con gol de Renzo Spinaci. Sufrimos como locos.
--¿Qué fue lo que sucedió con Bianchi Arce para que terminen a las trompadas?
--Tuvimos un entredicho en un amistoso de pretemporada y cuando entró al vestuario me dio una piña sin darme explicaciones de nada. No reaccioné, me quedé callado y decidí irme. Después hablé con los dirigentes para dejar el club. No me lo quería cruzar nunca más.
--¿Tenías problemas con él?
--No, nada. El tenía algo conmigo y reaccionó de esa manera. Lo quiso arreglar a los golpes y no le di cabida. Sólo me tiró una piña, yo me agaché y se quedó caliente porque no me tocó. Enseguida nos separaron, aunque después fue a mi casa a seguirla. Pero no pasó más nada.
--¿Por qué él continuó en el plantel y a vos te desafectaron?
--Por una determinación que tomó Quiroz, quien recién había llegado para hacerse cargo del equipo. Bianchi Arce era uno de los referentes del plantel, por eso lo más fácil fue apartarme a mi.
"Encima `Teté' me quería mucho y confiaba ciegamente en mi aporte futbolístico. Pero ya está, este deporte da revancha y la voy a tener acá en Olimpo. Lo que pasó es parte del pasado, y se supo porque es imposible que, en este mundo que vivimos, los medios no se enteren. Pero estoy acá para jugar, para mejorar y para limpiar mi nombre".