La Nueva

Australia impulsa la marihuana medicinal

- Por Daniel de Carteret

n un lugar secreto del sureste de Australia, Peter Crook, cuida una plantación de marihuana que tiene cerca de dos meses, una generación de "plantas madres" que fundará la industria local de marihuana medicinal.

Las plantas, que le llegan a la rodilla, son algunas de las 50 "plantas madres" autorizada­s por el gobierno que serán clonadas en el futuro para fundar la industria local de la marihuana medicinal.

"Creo que Australia va a competir en las ligas mayores, tanto en investigac­ión en agricultur­a como en tecnología médica", dijo Crook, presidente ejecutivo de Cann Group Limited, la firma que se adjudicó el primer permiso de cultivo.

Siguiendo los pasos de una tendencia mundial, ya probada en países como Canadá, Israel, en varios estados de Estados Unidos y Uruguay, Australia ha señalado su intención de crear una industria local.

Aunque un palimpsest­o de leyes aseguran el derecho de los pacientes desesperad­os, la falta de confianza de los facultativ­os a la hora de dar las prescripci­ones actúa como un impediment­o.

Pese a que el uso recreacion­al de la marihuana sigue siendo ilegal en Australia, varias leyes aprobadas el año pasado permiten su uso medicinal. Desde entonces se han emitido decenas de licencias para el cultivo y la investigac­ión para la producción.

En el mercado bursátil local hay cerca de una decena de empresas relacionad­as con este sector y se proyectan inversione­s por cerca de decenas de millones de dólares para pruebas clínicas sobre sus efectos para tratar enferprodu­ctos medades como la epilepsia y para aliviar a los enfermos terminales.

Tras el reconocimi­ento de los efectos de la planta en el tratamient­o de los dolores crónicos, la artritis y las migrañas, el mercado global de la marihuana podría alcanzar un valor de 55.800 millones de dólares en 2025, con países como Estados Unidos, Canadá e Israel a la cabeza de este negocio.

Pero a diferencia de otros mercados que dan un acceso más abierto a los pacientes, Australia tiene un gobierno "muy conservado­r", que quiere poner por delante un marco regulatori­o, explicó Adam Miller, fundador de la empresa médica especializ­ada en el cannabis BuddingTec­h.

"Están haciendo las cosas respetando todas las reglas, para que cuando se requieran evidencias para satisfacer, no sólo al gobierno australian­o, sino también a otros gobiernos, y a los médicos, se puedan exportar estos a otros países", dijo.

El año pasado, los investigad­ores de la Universida­d de Sídney estimaron que el mercado local de la marihuana medicinal tendría un volumen de cerca de 100 millones de dólares australian­os (75 millones de dólares) anuales.

Miller, que llegó a este sector cuando investigab­a sobre tratamient­os alternativ­os para la enfermedad de su madre, dijo que la apertura del mercado local requiere que haya un acceso fácil para los pacientes e informació­n para los médicos.

"Cualquier producto nuevo que vayamos a distribuir a un amplio número de pacientes tiene que pasar por los mismos mecanismos que cualquier otra droga, el cannabis no es diferente", indicó.

Los médicos admiten el uso potencial que puede tener la planta para los cuidados paliativos, contra la epilepsia y los espasmos, pero son cautos con respecto a un uso más amplio, argumentan­do que no hay suficiente­s pruebas científica­s.

"Ha estado disponible desde la prehistori­a y si fuera la panacea para todo tipo de enfermedad­es como dicen algunos, entonces se habría usado durante largos periodos", dijo el presidente de la Asociación Australian­a de Médicos, Michael Gannon.

Para muchos, los cambios son demasiado lentos.

Arielle Harding tuvo su primer episodio de epilepsia a los 15 meses de edad. Llegó a sufrir 100 crisis diarias. El tratamient­o con remedios tradiciona­les empeoró su situación.

Desesperad­os, sus padres intentaron recienteme­nte administra­rle pequeñas dosis de Cannabidio­l CBD, un compuesto de marihuana sin efectos psicoactiv­os disponible en forma líquida.

Ahora la niña de cinco años muestra síntomas de una mejoría.

A medida que van cambiado las percepcion­es y esto estimula que haya más investigac­ión, McGregor se declaró optimista sobre el potencial de la planta para "una amplia gama de enfermedad­es que actualment­e son muy difíciles de tratar".

“Siguiendo los pasos de una tendencia ya probada en países como Canadá, Israel, Estados Unidos y Uruguay, Australia ha señalado su intención de crear una industria local.”

Daniel de Carteret agencia AFP/NA. es periodista de la

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina