El muleto de Liniers no estuvo nada verde ante Pacífico (BB)
En el inicio de la segunda fecha, el equipo "B" del albinegro goleó 5-2 en la avenida Alem. Ricci, Seisdedos, Di Santoro, Vlek y Acosta señalaron las conquistas del Chivo, que reúne 4 puntos.
lberto Desideri puede abocarse a la participación de Liniers en el Federal B tranquilo.
Porque, mientras planifica cada partido del torneo regional junto a los (sus) titulares, el muleto del Chivo que afronta el torneo Clausura de la Liga del Sur no desentona.
Ayer, en el encuentro que marcó el comienzo de la segunda fecha del certamen liguista, el equipo "B" del albinegro goleó 5-2 a Pacífico de nuestra ciudad, en el Doctor Alejandro Pérez.
Más allá de lo abultado que terminó siendo el resultado, el elenco que en la víspera estuvo a cargo de Pablo Landeiro debió esforzarse para quebrar a un verde combativo.
Si bien Vlek casi rompe el cero a los 8 minutos (cabezazo de pique al suelo que se fue apenas alto), lo cierto es que a Liniers le costó generar juego en el primer tiempo.
Porque, aunque fue el dueño del esférico prácticamente desde el arranque y ejerció un dominio territorial sobre su adversario, la falta de justeza en el pase final le impidió al Chivo poder entrarle a la última línea visitante, de buen trabajo durante los 45 minutos iniciales.
Pero, de tanto insistir, el anfitrión, con la fortuna de su lado, tuvo su recompensa: Ricci, algo acorralado, envió un remate-centro desde la derecha que se le coló a Olea en el primer palo. 1-0 a los 36 minutos.
Sin embargo, cuando pa-
Arecía que al albinegro se le abría el arco, un error defensivo en un tiro libre a favor derivó en un contragolpe letal de Pacífico. Floricich habilitó a Mellado y el ex Bella Vista, cara a cara con Huiriqueo, puso el 1-1 a los 41m.
Lo mejor de Liniers se vio en los 20 minutos iniciales del complemento. Allí, el local no perdonó las fallas defensivas del verde y, en un ratito, cambió el 1-1 por un 4-1 que sentenció la historia.
El primer golpe llegó rápido. A los 2m., en una contra, Baranovsky asistió a un solitario Seisdedos (los dos defensores de la visita salieron a tapar al "11"), quien definió con toda la tranquilidad del mundo ante Olea. 2-1.
Doce minutos más tarde, Di Santoro peinó un pelotazo de Iubatti y dejó a Baranovsky mano a mano con el arquero visitante, quien tuvo una floja respuesta ante el débil remate de "Bara" y le dejó servido el 3-1 al propio Di Santoro.
Y, a los 20m., Vlek conectó un córner desde la izquierda de Monzón con un cabezazo bombeado que superó la estirada de Olea y terminó en el fondo de la red. 4-1.
Si bien la escuadra de Pablo Stortini fue para adelante y logró encender una tenue luz de esperanza con el descuento de Bonet a los 26m., la victoria albinegra nunca estuvo en peligro.
La frutilla del postre la puso Julio Acosta, quien jugó casi media hora para recuperar ritmo (fue papá recientemente y se perdió algunos entrenamientos). A los 42m., el goleador mató de pecho un cambio de frente del pibe Pedraza y convirtió el mejor gol de la tarde con un zurdazo que se clavó contra el palo derecho.
El muleto de Liniers demostró que no está verde. El futuro albinegro