El Banco Industrial
Hace 71 años, en el mes de agosto de 1946, abrió sus puertas la sucursal local del Banco de Crédito Industrial Argentino.
La institución pretendía ser “el instrumento propicio para la expansión y afianzamiento de nuestra industria y la implantación de las demás, que requiere el aprovechamiento de las riquezas naturales de la zona y de las posibilidades de éxito económico que la misma ofrece”.
Llegó a nuestra región “para vencer el marasmo colectivo, hacer sentir su acción propulsora del trabajo y facilitar la creación de fuentes de riqueza y, en una palabra, hacer obra de progreso”, según una crónica de entonces.
El banco había sido creado dos años antes, en 1944, y era el primero en su ticiudad po dedicado al crédito industrial, en un país que pretendía ampliar su fase agropecuaria.
La sucursal bahiense se instaló en el edificio construido como sucursal del banco El Hogar Argentino, en la esquina de Chiclana y Lavalle.
Para la ceremonia inaugural llegó a la el vicealmirante Francisco Lajous, presidente de la institución.
Por sobre su valiosa finalidad fundacional, el banco fue presa de los vaivenes económicos del país, sus cambios de gobierno, los intereses de unos pocos y algunas empresas relacionadas con determinados sectores que hicieron uso y abuso de la institución.
Convertido en 1970 en el Banco Nacional de Desarrollo (Banade), el establecimiento cerró sus puertas en 1993, con una cartera de 5.700 millones de dólares de créditos considerados incobrables, la mitad de ellos otorgadas a no más de 20 empresas.
En 2004 finalizó su proceso de liquidación, siendo transferidos sus pasivos al Estado nacional.
Hoy, en esa esquina, funciona el Tribunal Oral Federal.