Incontinencia, algo que nos complica la vida si no lo tratamos
de Coloproctología del Hospital Universitario Austral.
En tanto, la incontinencia urinaria es definida como la incapacidad para controlar y retenerla evacuación del contenido vesical.
La incontinencia anal consiste en la incapacidad de controlar y contener la evacuación del contenido del recto.
Un factor adicional que complica ambas situaciones es la urgencia que, según explica el doctor Rosato, es la "necesidad imperiosa de evacuar el contenido de la vejiga o del recto", lo que da lugar a uno de los fantasmas más temidos de ambos problemas: los "escapes" de tipo involuntario.
Ambas situaciones pueden presentarse, además, con distintos grados de severidad.
Según el estudio Epicont, realizado en Noruega, sobre casi 28 mil mujeres, un 25 por ciento de las mayores de 20 años, es decir una de cada 4, manifestó algún tipo de incontinencia urinaria.
Entre los hombres, un tercio sufre la pérdida del control de su vejiga en su adultez.
De acuerdo con los estudios poblacionales en el Reino Unido, Estados Unidos y Australia, la incontinencia fecal ocurre hasta en el 18 por ciento de la población.
Sólo del 15 al 45 por ciento de quienes la padecen buscan asesoramiento.
Como la incontinencia femenina de esfuerzo suele estar vinculada a la hipermovilidad de la uretra, los ejercicios de Kegel son una buena opción terapéutica para mejorar el bajo tono de la musculatura del suelo o piso pélvico, porque trabajan en la contracción de esos músculos.
Los ejercicios del piso pelviano o de Kegel deben hacerse con un kinesiólogo especializado.
Hay que realizarlos con una frecuencia determinada cada día, con repeticiones específicas.
Son, como mínimo, seis sesiones separadas una vez por semana, pero después hay que seguir haciendo el tratamiento.
La rehabilitación leva su tiempo y la tasa de curación es del 80 por ciento, sobre todo en casos de incontinencia leve.
Estos ejercicios también pueden ser realizados por los hombres, pero no siempre son suficientes para solucionar el problema.
En casos más avanzados, en las mujeres se puede realizar una cirugía antiincontinencia con malla o sling que sostiene la uretra.
Con esta cirugía la rehabilitación es inmediata en casi el 90 por ciento de los casos.
Cuando la incontinencia, en cambio es de urgencia los escalones terapéuticos también empiezan por los ejercicios de Kegel y el cambio de hábitos.
Una afección que presenta distintos tipos
(*) Médica uroginecológica.