Economía.
los productores piensan en aumentar el área fertilizada en trigo y soja.
”Por lo que sabemos, los chacareros tienen decidido aumentar las dosis en maíz de siembra temprana y tardía. En base a esto, estamos proyectando un leve incremento en el uso de fertilizantes del 6%, pasando de las 3,6 millones de toneladas del 2016 a 3,8 – 3,9 millones de toneladas en 2017”, señaló Bassi.
Poniendo foco en maíz, explicó que la relación actual de precios es mejor hoy que en años anteriores.
“Estamos expectantes y aconsejamos a los productores comprar con anticipación para prever la logística, ya que la relación insumo/ producto es 20% más favorable en el caso de los fertilizantes fosfatados, y 30% para los nitrogenados, respecto del promedio de los últimos 10 años. Hoy, comprar el fertilizante cuesta menos kilos de maíz”, resumió.
Al respecto, Bassi recalcó que es necesario actualizar las dosis de acuerdo a las ex- pectativas de rendimiento, y a la oferta de nutrientes que hay en el suelo. Los diagnósticos cobran cada vez mayor importancia y nos permiten maximizar los rendimientos”.
Además, señaló que la diferencia entre Kansas y la Zona Núcleo argentina reside en que en aquellas regiones se realizan rotaciones maíz-maíz-soja, mientras que en nuestro país en muchos lotes se hace maíz cada cuatro o cinco.
“No debemos olvidar la importancia del maíz temprano para cuidar el suelo: la mejor forma para aportar uno de los nutrientes más importantes –el carbono- es a través de la rotación con gramíneas”, explicó.
El ingeniero Andrés Grasso, miembro del Comité Técnico de Fertilizar, explicó los criterios para el manejo de la fertilización del maíz, tomando como base distintos ensayos con modelos integrados de manejo de fertilización de maíz en Paraná (Entre Ríos), Marcos Juárez y Río Cuarto (Córdoba), y General Villegas, 25 de Mayo, Tres Arroyos, Pergamino (Buenos Aires).
Remarcó que en cada caso se comparan los manejos habituales de los productores de cada zona, con una recomendación estándar de fertilización (con nitrógeno, fósforo y azufre) donde se ajusta el manejo del productor en base a un diagnóstico, y otra de alto rendimiento (en la que se suma zinc) donde el objetivo es la intensificación sustentable aumentando la productividad del sistema.
“Esta red nos permite calcular el impacto que tiene una fertilización ajustada en el propio campo del productor”, dijo.