Conin: la entidad que trabaja para mejorar el futuro de los más chicos y sus madres
En la actualidad, funciona en una casa de Belgrano 155. Allí, brinda contención y ayuda a mamás, para prevenir la desnutrición en sus hijos. Orgullosamente, reconocen que en el pueblo ya no hay casos de esta problemática.
Ya pasaron seis años desde aquel 14 de julio de 2011, fecha en que el doctor Abel Albino, inauguró oficialmente las dependencias de la Cooperativa para la Nutrición Infantil en Saldungaray, que venía funcionando desde hacía un año.
La institución, que funciona en Belgrano 155, es coordinada desde sus inicios por la doctora Lucrecia Dube, quien orgullosamente reconoce que a partir de la labor realizada “no hay chicos desnutridos en Saldungaray”.
“Nuestra principal actividad es trabajar con las mamás para hacer prevención de desnutrición. La gente entendió la importancia de llevar al niño al control: hoy están atendidos, y se analizan cuestiones como la circunferencia craneal y la talla, entre otras cosas”, destaca.
En estos casos, se trabaja en la prevención de la desnutrición. A esto se suma el trabajo con las madres, potenciando y promoviendo actividades que mejoren su condición de vida.
“En el centro Conin, este año más que actividades de taller como hemos hecho en otros años, tenemos tres talleres: uno es de salud y charlamos sobre los temas que las chicas propongan; otro que lo desarrollan las psicólogas Mabel González (de niños) y Marta Guzmán (social), en el que las madres expresan un montón de situaciones que viven a diario, donde pueden mejorar su autoestima, donde se les enseña que la mujer debe ser valorada y dignificada, y un tercero a cargo de la trabajadora social Gladys Martigiani donde se habla de valores”, cuenta.
Dube señala que, de cualquier modo, el trabajo constante se focaliza en la prevención de la desnutrición, y lamentó que el proyecto no haya podido extenderse a localidades
Además de la desnutrición, se trabaja con las madres, promoviendo actividades que mejoren sus condiciones de vida.
vecinas.
“En este trabajo, la familia es fundamental. Lo ideal es que tanto los abuelos, los papás y los niños puedan comer en su casa, compartiendo; se entiende que los comedores escolares han cumplido un rol importante, pero más importante es que los chicos puedan establecer lazos familiares”, cuenta.
“Vemos que las mamás se han insertado; incluso, algunas han terminado la escuela secundaria, están cursando para ello o comenzaron la carrera de educación inicial. Una de ellas que quiere emprender un proyecto independiente, otra se animó a tejer y a promover y vender sus productos en internet, y nosotros estamos contentos con estos resultados”, finaliza.