A la espera de señales “positivas”
Muy probablemente a la gobernadora María Eugenia Vidal, le queda traspasar un solo gran debate legislativo en lo que resta del año. La negociación por la pauta presupuestaria bonaerense y la Ley Impositiva 2018.
En proximidades del ministro de Economía, Hernán Lacunza, hay dudas sobre la necesidad o no de pedir una autorización parlamentaria para un nuevo endeudamiento. Prefieren esperar señales políticas de la Casa Rosada.
Es que hasta las diagonales soplaron fuertes murmullos sobre un posible guiño favorable de la Corte Suprema de la Nación al reclamo judicial que viene empujando la gobernadora Vidal en torno a la eliminación del tope del Fondo del Conurbano. “Equivale a un Presupuesto entero, es decir, alrededor de 500 mil millones de pesos”, explican.
Se sabe, en bloque los demás gobernadores (peronistas y otros) rechazan el reclamo de MEV al interpretar que una reformulación del Fondo del Conurbano implicaría una quita de recursos para el resto de las provincias.
“No es justo que el dinero de los bonaerenses vaya a Santa Cruz o Formosa para que Alicia Kirchner o Gildo Insfrán lo administren a su gusto, mientras que los bonaerenses lo necesitamos para que se use para equipar y arreglar nuestros hospitales o nuestras escuelas”, explican legisladores de Cambiemos.
Desde que se implementó el tope, Buenos Aires recibe un monto fijo de 650 millones de pesos, cifra que se mantiene congelada desde 1996 a la actualidad. “Estamos hablando de que si se hubiese tenido antes ese dinero hoy los bonaerenses no tendrían este déficit de infraestructura”, apuntan.
La disyuntiva del oficialismo de Cambiemos pasa por si el debate parlamentainfraestructura).