La ciudad.
permanentes a los peritos.
Por otra parte, el fiscal adelantó que “si logra definir si el origen de la falla que posibilitó la aparición de tarjetas con saldos multimillonarios fue de BTS o Eycon, esa discusión no se daría en el ámbito de la Justicia Penal”.
Por último, afirmó que por el momento hay elementos que determinan una clara responsabilidad de los dos quiosqueros que usaron dos tarjetas para cargar saldo en sus terminales y luego usar ese crédito para recargar tarjetas de usuarios del servicio de transporte.
Ambos comerciantes declararon en la causa y reconocieron haber usado esas tarjetas, e incluso uno de ellos montó una especie de comercio paralelo y vendía crédito a otros locales del centro. El sistema que operaba la empresa Eycon S.A, para la compra y venta de pasajes, comenzó a funcionar en nuestra ciudad en agosto de 2010.
Cuando dio a conocer la estafa, en febrero del año pasado, desde la empresa explicaron el proceso por el cual una tarjeta Bahía Urbana se validaba para ser usada en el sistema de transporte.
El plástico se compra en Buenos Aires, donde se les ensambla un chip y los elementos necesarios para su funcionamiento.
Una vez que la tarjeta llega a nuestra ciudad sin datos cargados -en estado virgense realiza una especie de formateo para que pueda ser utilizada en las máquinas de los colectivos o en los parquímetros.
Ese proceso se realiza en Bahía Transporte Sapem, con una máquina lectogra- badora fabricada por Eycon S.A.
Ese es uno de los pasos clave en la investigación para determinar si detrás de las 30 que aparecieron cargadas con saldos multimillonarios hubo intencionalidad o si, en definitiva, se trató de un error.
Antes de distribuirlas, en Sapem se les hace un control por loteo, para saber si salen con errores y luego son distribuidas en alguno de los 300 puntos de venta”, se explicó.
En aquel entonces había unas 400 mil tarjetas circulando en la ciudad.