La Nueva

Los servicios “secretos” de Sampaoli

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En la cuenta regresiva para el crucial partido del venidero jueves por las Eliminator­ias Sudamerica­nas, la histeria va en aumento. Acá y allá. Mientras Argentina se aferra a sus pergaminos y a la jerarquía de sus individual­idades para no faltar a la cita ecuménica de 2018, Perú está más cerca que nunca de regresar a un Mundial después de 35 años.

El decisivo choque comenzó a jugarse fuera de la cancha desde hace más de 20 días cuando la AFA eligió a la Bombonera como factor de presión para su rival. Ahora, como respuesta, se encontró con la acusación de los medios peruanos sobre los métodos del orientador albicelest­e Jorge Sampaoli, quien, según ellos, habría enviado espías a Lima para que le informen de los movimiento­s de la escuadra albirroja.

En ese país ya conocen el trabajo del entrenador santafesin­o por haber dirigido sucesivame­nte a Juan Aurich, Sport Boys y Coronel Bolognesi, y en la intención de echar leña al fuego se respaldan en hechos y declaracio­nes recientes para sostener la teoría del espionaje.

“Sampa no escatima argucias y se sujeta a todas las armas posibles para ganar”, afirmaron, luego de que Fredy García, un exayudante suyo en su paso por Coronel Bolognesi, reconoció haberse disfrazado varias veces para infiltrars­e en las prácticas ajenas con el objetivo de acercarle datos al actual DT de nuestro selecciona­do.

Además recordaron un incidente registrado en octubre de 2015 cuando Cristian Leiva, quien colaboró con Sampaoli en la Universida­d de Chile, fue descubiert­o con una credencial de periodista. Sucedió en un ensayo del equipo incaico en la previa del cotejo que los trasandino­s ganaron por 4-3, como visitantes, por la segunda fecha del vigente torneo eliminator­io.

La paranoia llegó, incluso, al cuerpo técnico encabezado por Ricardo Gareca. Sabiendo que no puede permitirse ni siquiera una mínima ventaja ante Argentina, el “Tigre” coordinó directamen­te con los miembros de seguridad de la Federación Peruana de Fútbol un plan para redoblar la protección y establecer un cerco sobre el campo de entrenamie­nto utilizado por sus dirigidos.

Se revisaron con la Policía las viviendas lindantes para evitar que se tomen fotografía­s y se graben videos e internamen­te se les prohibió hablar a los jugadores una vez que abandonen el predio de la Videna, en una determinac­ión que sólo sirve para alimentar la fantasía.

En lo que respecta al juego propiament­e dicho, sin Sergio Agüero y con Paulo Dybala en duda por sus declaracio­nes, Sampaoli deberá elegir la estrategia adecuada, con los intérprete­s que mejor se adapten a su idea futbolísti­ca.

No desesperar­se en la búsqueda del arco contrario ni descompens­arse en el retroceso serán dos de las claves para fortalecer las aspiracion­es de conseguir el ansiado triunfo. Como también el hecho de absorber la impacienci­a que baje desde las tribunas y de rodear correctame­nte a Lionel Messi para que desarrolle su enorme potencial.

Del otro lado, todo apunta a que Gareca dispondrá el clásico 4-2-3-1 con el que Perú ha transitado la mayor parte de la competició­n conducente a Rusia. Mantener un orden defensivo y tratar de salir rápido, aprovechan­do posibles espacios que se presenten a su favor, podrían ser aspectos que resulten fundamenta­les para Perú.

Especulaci­ones y sospechas al margen, para la Selección se avizoran 90 minutos en situación crítica. Aun así, todavía está a tiempo de solventar la prueba con éxito si es que no quiere que este proceso termine en un fracaso.

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