Pena de prisión de 25 años por violar a sus tres hijas
El aberrante caso, que se extendió durante largo tiempo, se descubrió a principios de 2016 en Punta Alta.
Un padre autoritario, una madre pasiva y una familia ampliada conflictiva y desunida, observó el perito que entrevistó a los tres jóvenes.
Por “el hecho más grave y aberrante” que debió investigar el doctor Mauricio del Cero desde que es fiscal -según él mismo reconoció-, a un hombre acusado de violar durante varios años a sus tres hijos biológicos le confirmaron la pena de 25 años de prisión.
Fue la Sala III del Tribunal de Casación Penal bonaerense que ratificó el fallo previo del Tribunal en lo Criminal Nº 1 de nuestro medio y rechazó la apelación de la defensa del acusado.
Al condenado no se lo identifica para preservar a las víctimas, que llevan su apellido, aunque del fallo se desprende que era dirigente y formador de scouts, en cuyo ámbito mantenía una “imagen impecable” y que, paradójicamente, les hablaba a los chicos del cuidado y contra la violencia familiar y los abusos.
Los ataques, según se estableció, fueron en perjuicio de tres hermanos: dos mujeres y un varón y sucedieron entre 1998 y 2007. La primera de las víctimas fue ultrajada entre los 8 y los 14 años.
Con la más grande -hoy tiene 28- empezó por exhibirle videos pornográficos cuando tenía entre 8 y 9 años. Luego la filmaba en poses sexuales, hasta que comenzó a abusarla y la violó al menos en una oportunidad.
Todo transcurrió hasta poco antes de que la víctima cumpliera los 15 años, siempre en la habitación matrimonial de la casa, cuando la madre de la chica se encontraba trabajando.
Entre 2003 y 2007, los otros dos hijos del acusado -actualmente tienen 23 y 21fueron sometidos a actos de corrupción.
También hubo películas, filmaciones y hasta la obligación de sexo entre los hermanos, como forma de imitar algunas de las escenas que veían de manera obligada.
El hombre les decía que era un juego permitido entre hermanos y que las mujeres que aparecían en los videos eran su madre y una de sus tías.
Como sucede habitualmente en estos casos, el agresor amenazaba a sus víctimas para que no contaran nada porque, de lo contrario, “les iban a pasar cosas malas a su madre y a sus hermanos”.
El defensor particular, Gustavo Giorgiani, dijo que su asistido tiene hoy 52 años y que los 25 de prisión tornan la pena en perpetua, por lo que “no resultará útil para que reflexione sobre los hechos reprochados sino para esperar su muerte”. No fabulan Los jueces Víctor Horacio Violini y Ricardo Borinsky, de Casación, rechazaron cada uno de los argumentos de Giorgiani y consideraron que los delitos fueron debidamente probados, porque las declaraciones de los tres chicos son “contestes entre sí” y porque dos de ellos, además de ser víctimas, fueron testigos uno del otro.
También se tuvo en cuenta el testimonio de la madre, que si bien dijo que nunca había notado nada raro, “les cree a sus hijos”. Y también que su exmarido “era violento”.
El perito en psicología Luis Tapia, a su turno, concluyó que no existían “indicativos de fabulación” en los dichos de los jóvenes.
“Los tres aludieron a situaciones de violencia intrafamiliar, con un padre autoritario, una madre pasiva y una familia ampliada conflictiva y desunida”, sostuvo el especialista.
Observó que la mayor de los hermanos “necesita mucho del otro”, la otra chica solo “mantiene vínculos superficiales” y el varón “es desconfiado en sus relaciones”.
Debido al pasado de terror, todos, en mayor o menor medida, sufren pesadillas, depresión y baja autoestima, entre otras conductas.