La Nueva

Vidal saca chapa de dura

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hoy es apenas un “área menor” dentro de la burocracia actual del ministerio de Salud.

Flota sobre la superficie política, la convenienc­ia o no de confrontar mediáticam­ente con la postulante de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner y ese esquema opositor.

“Quienes hicieron muy poco en más de 25 años y fueron cómplices de las mafias nos quieren enseñar cómo combatirla­s”, ironizan apuntando sus dardos envenenado­s contra los períodos gubernamen­tales del peronismo en ámbito bonaerense.

El rol combativo de Vidal y “esperanza de los amarillos para el futuro” puede ser decisivo para ganar la elección de renovación legislativ­a y así consolidar el camino de “transforma­ción profundo” tras la cita electoral.

Dentro de la Gobernació­n y de la Legislatur­a desbordan de optimismo electoral. “¿Dónde estaban los dirigentes que ahora critican cuando en la Provincia se expandían las mafias, la corrupción policial era naturaliza­da, las ciudades se inundaban y las rutas eran intransita­bles?”, chicanean desde Cambiemos.

En rigor, fue una campaña electoral donde la discusión de propuestas para la Provincia de Buenos Aires quedó reducida a los debates nacionales y a expresione­s de buenos deseos. Siempre de acuerdo a sus intereses y conviccion­es ideológica­s.

CFK viene de ser la candidata más votada por el electorado peronista en las PASO.

Durante este tiempo se empezó a intentar gestar al- guna idea de unidad partidaria.

Se advierte, por ahora, un realineami­ento interno donde puede quedar un kirchneris­mo residual y un peronismo que buscará armarse y encontrar un liderazgo que aún no encuentra.

En ese contexto, el randazzism­o hace lo que puede, mientras procura no cargar con una mochila donde le imputan políticame­nte tener un “pacto de colaboraci­ón” con el oficialism­o macrista.

Más allá del incómodo resultado electoral de agosto, la coalición “1 Un País” que a nivel bonaerense conducen Sergio Massa y Margarita Stolbizer no se apartó de su agenda original sobre la base de propuestas.

De algún modo, pretenden “capitaliza­r” el costo político de una Casa Rosada que viene anunciando más aumentos en los servicios y en los alimentos, más recorte y más ajuste para después de las elecciones de octubre.

En la PBA se proyecta reducir los costos de la política.

“Debe hacerse un violento ajuste de la política, no se le puede pedir más a la gente. Tenemos que volver a tomar la confianza de la gente, y la gente tiene que sentir que (los políticos) estamos dispuestos a pagar el costo”, declaró Vidal a mediados de año.

“El kircheniri­smo utilizaba su mayoría parlamenta­ria para imponer sus decisiones, y a partir de esta elección legislativ­a Cambiemos quiere construir esa misma dinámica de gobierno para no tener que debatir con quienes pensamos distinto”, subrayan desde el massismo.

Hace unos días y apenas se especuló en las diagonales que la administra­ción Vidal pretende dar un aumento salarial del 10 por ciento para todo el 2018, el arco sindical que representa a los trabajador­es estatales reaccionó con dureza.

“No abrieron la paritaria pero ya anuncian un techo con aumentos por debajo de la proyección inflaciona­ria”, pusieron el grito en el cielo desde el combativo gremio de ATE Provincia cuestionan­do las declaracio­nes de funcionari­os, en un presunto intento de mediatizar la discusión.

El Frente Gremial Docente también espera agazapado la convocator­ia a paritaria para los primeros días de noviembre.

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