Vidal le apunta al gasto político
El déficit pasará del 0,75% al 0,68% del Producto Bruto Geográfico ($31.000 millones), la obra pública sube del 7 al 7,8% del PBG y se gastará un 33% más en gasto social en términos nominales.
La idea después es derramar “acuerdos de gobernabilidad” con los intendentes en una suerte de “pacto fiscal”.
“El objetivo es comprometernos todos en el uso responsable de las finanzas públicas”, dicen.
La iniciativa vidalista busca poner pautas para el ejercicio fiscal del año que viene y prevé “beneficios”, como asistencia financiera y autorización para contraer endeudamientos a los municipios que cumplan con una buena administración.
Se incluye una suba del orden del 50 por ciento para el impuesto Inmobiliario urbano y rural, que será parcialmente compensado desde el punto de visto fiscal con rebajas en los impuestos a los Ingresos Brutos y de Sellos.
Además, Vidal promociona su intención de eliminar las jubilaciones de privilegio para los cargos políticos.
Hace un tiempo el Ejecuti- vo viene reclamando un “gesto” a la Legislatura apuntando a reducir su presupuesto en aproximadamente 2 mil millones de pesos.
Ahora Vidal empoderada por el voto popular para “el salto al futuro” avanzará sobre la “caja” de otro poder, el Legislativo.
Entre el ajuste legislativo y la supresión de cargos políticos en el Ejecutivo y ministerios se podrían ahorrar unos 2.500 millones de pesos que luego serían destinados a obra pública, prometen desde la “pureza” gubernamental de Cambiemos.
La gobernadora pretende que el paquete de leyes (que define los lineamientos presupuestarios de la gestión para el 2018) sea sancionado antes del 10 de diciembre, es decir, con la composición actual de diputados y senadores.
En términos políticos, antepone “acordar” con varios intendentes del PJ que tienen terminales en ámbito parlamentario y con el massismo en busca de conseguir los dos tercios necesarios para aprobar un nuevo endeudamiento en el exterior, que