El enojo con el que salió ayer le permitió tener otra chance hoy
Con mucha energía, Bahía Basket delimitó el territorio en el primer cuarto (25-8) y venció a Hispano 88 a 80. Si repite esta noche, pasará a cuartos.
El deseo de ganar Bahía Basket lo demostró desde el primer minuto y eso lo tradujo en un colchón de puntos que, al final, le dieron la tranquilidad necesaria para vencer a Hispano, por 88 a 80, ponerse 1-1 y volver a jugar, desde las 20.30, por el pase a cuartos.
Esa necesidad de victoria lo hizo un equipo agresivo defensivamente, costado en el que empezó a construir el juego.
Con Jasen como referente atrás, las piezas fueron encajando a la perfección. El rompecabezas se armó en bloque, sin fisuras, alejando del cesto a Hispano a partir de los doblajes, desarticulando los intentos de pick and roll e impidiendo, con las rotaciones, que alguno quedara liberado. De manual.
Con esta presentación de espaldas, todo se facilitó de frente. Bahía se mostró decidido e intenso. Los pasos y brazos largos de Fjellerup dejaron corto a O’Bannon cuando el tresarroyense lo atacó, siendo la principal vía de gol y quien absorbió las defensas.
Así Bahía escapó 12-0 y la visita recién anotó cuando iban 5m15, convirtiendo sólo 2-10 en tiros de campo en el primer tiempo, para cerrar el cuarto inicial 25-8. Impecable.
La vara de la había quedado tan alta que mantenerla pasaba a ser un desafío poco viable. Con 3 triples, Hispano curó la malaria, y con O’Bannon, Byró y el buen ingreso de Podestá cambió la cara.
Atrás, hundió más la defensa, Blackwell contuvo a Johnson y Corvalán fue el único que intimidó tirando a pie firme.
Después de la máxima que sacó Bahía de 18 (21-3), en 8m30 del segundo cuarto se vio sólo 1 arriba (parcial de 24-8), diferencia que se extendió a 6, por un buen último minuto.
En la reanudación Corvalán siguió a O’Bannon y el equipo logró correr. Aunque insistió con querer abrir camino y chocó. Por eso, la respuesta más natural llegó de 3 puntos (4-7). De a poco fortaleció la defensa y Parodi lideró cuando presionaron, haciendo un juego inteligente, a partir de lo que su rival le permitió: 61-49.
Con altibajos, sufriendo el ataque al cesto permanente de Hispano y trabado contra la zona (más allá del crecimiento de Iglesias), Bahía no pudo sacar mayor diferencia. Igual le alcanzó para regresar hoy al Casanova. Tan importante como el cambio de cara que mostró el equipo.