La Omelette Gigante, una tradición que es garantía de éxito
Marcenac, de Bessières, fueron distinguidos como Caballeros de Honor de la cofradía pigüense.
Además de la delegación francesa, país donde se inició esta simpática costumbre, por primera vez se sumaron representantes de Dumbea, Nueva Caledonia, siendo distinguida Reine Marie Chenot, presidenta de la cofradía de su país, donde también es una activa participante en política, ya que entre otros cargos fue diputada provincial.
Como es habitual, se distinguió a algunos de los locales, siendo elegidos en esta ocasión Marisol Montalbán, del área de Turismo, por su labor para que la fiesta sea declarada de Interés Turístico Nacional, y Sebastián Di Próspero.
También pudieron verse las cámaras de
que se emite por la TV Pública, y el conocido periodista Mario Markic, quien hizo notas que se verán este viernes en por canal 13, y en fecha a determinar en el programa
que conduce desde hace 21 años por la señal de TN.
Todo comenzó a las 11.37. Después del himno nacional se realizó un minuto de silencio por los héroes del ARA San Juan y por los cofrades locales Octavio Ducós y Milena Pomiés, desaparecidos físicamente este año. Posteriormente se colocó el sartén sobre el fuego y a las 11.56 se comenzaran a romper los huevos uno a uno.
A las 12.27 se vertió el aceite, seguido por el jamón cocido y la ciboulette, el perejil y la cebollita de verdeo. El momento más esperado llegó 15 minutos después, cuando se vertieron los 17.000 huevos: 16 mil sobre el sartén principal, de 4,2 metros de diámetro y 1.000 en la que se elabora en otra más chica y en un preparado apto para celíacos.
Finalmente, a las 13.18 se invitó a degustar gratuitamente la elaboración a las miles de personas que había en el lugar, demostrando que la fiesta pigüense cuenta con una convocatoria que excede largamente lo local y regional.
Tras el almuerzo, donde también se pudo ver trabajar a destajo a las cantinas montadas en derredor -por ejemplo, se cocinó una vaquillona al spiedo- se pudo disfrutar de la exposición comercial e industrial, un paseo de artesanos, pilcheros y un parque de diversiones. Al caer la tarde llegó el tradicional desfile de instituciones, cerrando la fiesta la actuación de La Princesita Karina, ante una verdadera multitud que colmó el anfiteatro Ulises Parayre.