Cortes de luz y agua, un clásico del verano bahiense
Una de las manifestaciones más fuertes se dio en General Cerri, donde se quejaron por la falta de líquido. Tuvieron que ir directivos de la empresa.
Un problema recurrente para los bahienses cuando aparecen los días de calor de manera consecutiva. En las últimas horas, los llamados se repitieron en Edes y Absa debido a los cortes de los servicios que afectan a distintos barrios de la ciudad. Una situación similar se vive en General Cerri, donde un grupo de vecinos se reunió frente a la empresa prestataria de agua.
Una lluvia de quejas recibieron las empresas EDES y ABSA en las últimas horas, por los prolongados problemas con los servicio de energía eléctrica y agua potable en numerosos barrios de la ciudad.
Largas horas sin luz y/o sin líquido, o bien escasa presión, fueron denunciados por vecinos de diferentes sectores.
Llegando al atardecer el cielo se cubrió de nubes y se emitió un alerta meteorológico. Lo positivo, en ese caso, fue que el cambio permitió bajar un poco la temperatura, que ayer tocó una máxima superior a los 38 grados.
Uno de los lugares donde más fuerte se hicieron oír los reclamos fue en la localidad de General Cerri, donde un grupo de vecinos se reunió en la oficina de Aguas Bonaerenses SA para reclamar por la falta de agua en el sector de Cuatreros Viejo, situación que los afecta desde mediados de diciembre, según aseguraron.
A esto se suma el malestar por las elevadas facturas, debido a un servicio al que calificaron de "absolutamente ineficiente".
Alrededor del mediodía medio centenar de personas se hicieron presentes en la sede del ente provincial, entregaron un petitorio y labraron un acta en el libro de quejas.
Claudio Jofré, empleado de la oficina, se comunicó telefónicamente con las autoridades, que en ese momento se encontraban en la Municipalidad bahiense y comprometieron su presencia en Cerri.
El sol impiadoso fue caldeando más aún los ánimos y se escucharon comentarios muy críticos hacia la empre- sa proveedora, si bien todos reconocieron que se trata de un problema de vieja data y al que nunca se le pudo dar una solución.
"Hemos vuelto a la época del baldecito y del jarrito para bañarnos. Eso, si estamos despiertos para cuando llega un poco de agua a las canillas más bajas. Al tanque no sube jamás", indicó Mabel Martínez.
"Cuando me llegaron las dos últimas facturas, para pagar en enero y febrero, le saqué una foto al medidor en distintas fechas y les puedo demostrar que no me entró una gota de agua", expresó Paco Guido.
"Me comuniqué con el OCABA (Organismo de Control del Agua de Buenos Ai- res) y el Defensor del Pueblo. En la primera oficina la empleada me dijo que estaban por desactivarla, que casi no tenían empleados ni un móvil para trasladarse. El Defensor del Pueblo, con quien me comuniqué después de Año Nuevo, desesperada porque no tenía ni una gota de agua para higienizar la vajilla, me recomendó que comprara comida hecha y usara vajilla descartable", expresó Gaby Giordano.
La enfermera del Centro de Salud, la responsable del Hogar Geriátrico, miembros de la comunidad parroquial que debieron suspender actividades por falta de agua, también expresaron sus quejas.
"Lamentamos que aquí no esté el delegado municipal, Alberto Sangre. El es quien nos representa y debería ponerse a la cabeza de nuestros reclamos", manifestó Luis Campos.
“Hemos vuelto a la época del baldecito y del jarrito para bañarnos. Eso, si estamos despiertos para cuando llega agua a las canillas bajas”.