El fisco “M”: igual déficit, mejor calidad
una política fiscal de mejor calidad, que incluye la reducción de impuestos distorsivos y un menor gasto en subsidios económicos, de acuerdo con un análisis del Instituto para el Estudio de la Realidad Latinoamericana (Ieral), dependiente de la Fundación Mediterránea.
“En el segundo año de la administración Macri se observó un déficit primario similar (y un déficit financiero mayor) que, en el último año de la administración Kirchner, aunque se observa también una política fiscal de mejor calidad, que va reduciendo impuestos, (especialmente los más distorsivos) y subsidios económicos (reordenando el sector energía), y sinceró algunas erogaciones que anteriormente se evitaban pagar en el presente, a costa de generar obligaciones para el futuro (jubilaciones), así como se pasó a una estructura de financiamiento del déficit fiscal menos inflacionario”.
“Si la inflación en él año 2017 no resultó marcadamente inferior a la de 2015 es porque entre éste y aquel año se necesitaba sincerar algunas variables claves, como tipo de cambio y tarifas de servicios públicos, proceso aún en marcha”, explicaron desde el Ieral.
No obstante —agregaron— la estrategia gradualista exige cumplir todos los años las metas fiscales fijadas, incluso sobre cumplirlas, de modo de disminuir drásticamente la velocidad a la que aumenta el endeudamiento público, y así asegurar un sendero fiscal sustentable en el tiempo.
“Lo anterior, a la par que se profundiza la reducción en la presión tributaria, para contribuir también a la sustentabilidad macro desde el punto de vista de la competitividad de la economía", comentaron.
"Se trata de los grandes desafíos de la política macroeconómica de la administración Macri”, advirtieron los consultados.
Los técnicos del Ieral admitieron que el déficit fiscal primario —diferencia entre ingresos y gastos públicos, sin restar las erogaciones por el pago de la deuda pública— que dejó el último año del macrismo, del 3,9 por ciento