Hepatitis C: declararon dos víctimas en el inicio del juicio a tres profesionales
Declararon en el juicio por los hechos ocurridos en 2012, tras someterse a estudios en una clínica bahiense.
Dos personas que contrajeron hepatitis C a fines de 2012, luego de haberse sometido a estudios en una clínica que por entonces funcionaba en Gorriti al 300, declararon ayer en el comienzo del juicio en el que se analiza la responsabilidad de tres profesionales que se desempeñaban en el lugar.
El debate está a cargo del juez en lo Correccional Nº 2, Gabriel Rojas, y se encuentran imputados el médico Oscar Casalini (60), el anestesista José Luis Calió (51) y la extécnica radióloga Gladys Rivadeo (59).
También está acusado en la causa el facultativo Roberto Baroni, quien recientemente sufrió un grave accidente y en su caso el debate fue postergado hasta que se encuentre en condiciones de afrontarlo.
Producto de lo sucedido perdió la vida Mónica Graciela García Suárez, mientras que resultaron afectados Mariano Palma, Valeria Zappacosta, Gastón Piazza, Victoria Giaggiotti y Mario Engraf.
En la víspera, luego que las partes realizaran los lineamientos iniciales, Palma y Zappacosta describieron las prácticas a las que fueron sometidos y las consecuencias sufridas a partir de contraer la enfermedad.
El primero de ellos indicó que “actualmente estoy bien, pero en su momento estuve 45 días sin poder trabajar y la pasé mal. Nunca había tenido de problemas y solo fui a hacerme un control, porque estaba sugestionado por la muerte de mi padre. Me llamaron muchas personas contándome que habían pasado por lo mismo, aunque no querían denunciarlo. También una prima de mi señora hizo el tratamiento de hepatitis C, tras haberse hecho un estudio allí”.
Sobre el funcionamiento de la clínica, el exbasquetbo- lista sostuvo que “entraban y salían pacientes del consultorio cada 15 o 20 minutos. No noté que estuviera sucio, ni nada fuera de lo común”.
En tanto, Zappacosta describió que se atendió en el lugar porque tenía “buena reputación”.
“Casalini le dijo a mi marido y mi hermano que me había contagiado Hepatitis C presuntamente en su clínica. Por suerte, zafé del trasplante y, aunque hoy estoy relativamente bien, quedé con el hígado herido, perdí la vesícula y todo esto me puede provocar cirrosis”, manifestó Zappacosta.